Deogracias Aroca Fuentes es suboficial mayor de Infantería y está destinado en la Academia General Básica de Suboficiales desempeñando las funciones propias de su empleo. Actualmente es el único albacetense destinado en la AGBS.
¿Qué le llevó a ser militar?
No recibí mucha influencia de la familia ya que ningún miembro de mi entorno familiar había sido militar. Simplemente me atraía el ser militar, ser sargento del ejército, sueño que se realizó al ascender a sargento el 12 de julio de 1992. Al realizarse ese sueño ha dado lugar a otros muchos que con esfuerzo se han ido realizando, como el disfrutar de este destino de suboficial mayor en la academia que ha sido y es, la cuna y la casa de todos los suboficiales. Estoy muy satisfecho personal y profesionalmente por haber adquirido este compromiso de servicio a España y lo repetiría infinitas veces.
¿Su primera opción fue entrar en la Academia de Suboficiales?
Ingresé como voluntario en la Brigada Paracaidista en 1981, con la intención de ser sargento, pero decidí cambiar de unidad y alistarme de nuevo en el Tercio Gran Capitán de la Legión, donde esperaba realizar toda mi carrera militar, pero ciertos cambios normativos me empujaron a cambiar el rumbo e intentar el ingreso en la AGBS, brindándome una vida repleta de aventuras. Vine al ejército a ser soldado y me voy con gran orgullo por haber pertenecido a la escala de suboficiales y alcanzar el máximo empleo dentro de mi escala.
¿Le costó ingresar en la Academia de Suboficiales?
Ingresé en la Academia en 1989 formando parte de la XVI Promoción. En aquellas fechas teníamos que realizar un curso por correspondencia y la oposición, que era bastante exigente ya que civiles y militares luchábamos en igualdad de condiciones por las plazas. He de dar las gracias a un curso de preparación que tuve la suerte de realizar en la Capitanía General de Sevilla, que me ayudó a superar la oposición. Lo cierto es que aquí no se regala nada, todo cuesta un gran esfuerzo y perseverancia, pero una vez que se supera, es muy gratificante para aquellos que lo conseguimos, ha merecido la pena, volvería a hacerlo.
¿Costó adaptarse a la vida militar?
La vida militar es bastante exigente y en algunos aspectos, diferente a las profesiones de la vida civil, al ser una institución tan numerosa, diversa y jerarquizada tenemos que seguir unas normas para mantener el control en los acuartelamientos. Pero si hay alguien que sufre son nuestras familias que tienen que acostumbrarse a nuestras largas ausencias, durante muchos meses, en el caso de participar en operaciones internacionales.
Como suboficial, ¿se planteó la posibilidad de ascender a oficial?
Es loable que los suboficiales puedan acceder a la escala de oficiales, pero a día de hoy ser suboficial no es un paso intermedio entre ingresar de soldado y ascender a oficial como podía ser en el pasado, a día de hoy tras la creación de la escala de suboficiales, el ser suboficial es una meta en sí mismo, esta escala posee una trayectoria propia que se desliza desde su primer empleo como sargento al de suboficial mayor como culmen de toda una carrera militar dedicada a servir a España.