El Albacete de Alberto González sufrió su primera derrota como local para el técnico malagueño ante un Eibar que supo rentabilizar al máximo el error de Lizoain a los 18 minutos del partido. Un mal despeje en un balón largo de Arambarri acabó con el balón dentro de la portería manchega y el equipo blanco no encontró la manera de remontar. Aunque en la primera parte fue mejor, pero sin eficacia en el remate, en la segunda el EIbar supo manejar el partido y el Alba jugó sus peores minutos de la temporada, con muchos jugadores desaparecidos, poca frescura y menos ideas.
Arrancó el Albacete con mucha fuerza y con la novedad de ver a Lazo como delantero en el lugar de Juanma y sorprendió ver a Ros otra vez titular en lugar de Diego González. Lo cierto es que con Lazo arriba, el Alba ganó movilidad, si cabe, pero sobre todo peligrosidad, porque fue una pesadilla constante para un Eibar que no acertó a cogerle una marca que lo pudiera frenar.
Gracias a sus acciones, el Albacete fue superior al Eibar en la primera parte, con varias ocasiones claras pero sin acierto en el remate, todo lo contrario que su rival, que apenas dio miedo con alguna contra que acabó en nada, pero que se fue con ventaja en el marcador merced a un garrafal error del guardameta Lizoain.
También tuvo su susto Fuzato, en un balón atrás que despejó mal y provocó un córner. Luego casi se traga un duro disparo de Lazo, aunque el guardameta reaccionó en el último momento para sacar la mano y evitar que el balón se colase por toda la escuadra.
A los 12 minutos Higinio cayó en el área reclamando un penalti que rápidamente negó el colegiado Muresan Muresan. El de Calasparra exageró la caída y ni el VAR entró a revisar la acción.
A los 18 minutos llegó la jugada tonta de la jornada. Desde su propio campo Arambarri intentó mandar el balón a la espalda de la defensa. Lizoain salió de su área y su despeje fue tan nefasto que el balón acabó en su propia portería. Buena reacción del público que inmediatamente empezó a aplaudir al guardameta del Albacete.
Sin nada, el Eibar se ponía por delante y tenía sus mejores minutos. Estaba tocado el Albacete y lo aprovechó el EIbar para tocar algo más la pelota y acercarse a la portería rival, pero pronto reaccionó el cuadro manchego y volvió a tomar el mando del partido.
Lazo seguía generando las mejores opciones, como con un balón en profundidad de Morcillo que remató con parada de Fuzato. El Alba se acercaba la portería del EIbar, pero los remates de Quiles o Higinio no llevaban la fuerza y dirección necesaria para sorprender al cancerbero armero con lo que al descanso se llevaba con ese 0-1 que no reflejaba lo que estaba pasando sobre el terreno de juego.
La segunda mitad comenzó con otro error en el despeje de un jugador del Eibar que Lazo no aprovechó, pues su pase no fue bueno para Agus Medina en su ruptura y la jugada quedó en nada.
La segunda parte empezó muy fría, con un Albacete incapaz de quitarle la pelota al Eibar y con un Riki, una vez más, desaparecido en combate. Así, fue el cuadro armero el que generó peligro, sobre todo a balón parado, entre faltas y lanzamientos de esquina.
El Eibar dejó la pelota al Albacete y dio un paso atrás, ante un equipo local lento y demasiado estático. Jugadores como Riki, Quiles o Higinio apenas entraban en juego y solo Lazo, con la ayuda del eléctrico Agus Medina, estuvo a punto de marcar en el minuto 62 con un remate intencionado que salió lamiendo la escuadra.
triple cambio. Estaba claro que había que buscar respuestas y Alberto González lo intentó con un triple cambio. Ante el asombro de todos uno de los cambio fue Lazo, el único que estaba generando peligro sobre la portería del EIbar, junto a los dos laterales, Rueda y Costa. Fidel entró por Lazo, Álvaro Rodríguez por Rueda y Juanma por Jaume Costa. Los dos primeros, hombre por hombre, el tercero provocó que Morcillo bajase a jugar de lateral y Juanma quedase por delante en la banda izquierda. Una apuesta arriesgada del técnico.
También movía el banquillo Etxeberría, con hombres de refresco, y González sacó a Ros del partido para meter a Rai Marchán.
Entre unas cosas y otras, el partido apenas se jugaba, el Eibar seguía mandando y el Albacete no terminaba de encontrar la pelota, lo que le hacía tener que correr al son que marcaba el rival.
Tuvo el Eibar la sentencia en el minuto 79, con una llegada de Álvarez que salvó Lizoain. El rechace le quedó franco al recién entrado Mada, que con Lizoain en el suelo la mandó al cielo del Albacete.
El partido se iba muriendo sin que diera la sensación de que el Albacete tuviera respuesta para contrarrestar el gol de ventaja que campaba en el marcador a favor del Eibar. El cuadro armero, cuya primera ocasión clara había sido casi en el minuto 80, se iba a llevar los tres puntos haciendo muy poco, aunque obviamente el mérito estaba también en no dejar al Albacete desarrollar su juego.
El caso es que tras el dominio claro de la primera mitad, en la segunda el Alba no tuvo recursos, ni con los cambios, y se estrelló frente a un práctico Eibar que rentabilizó el error de Lizoain para cortar su racha negativa en el Belmonte y volver a ganar 24 años después.