Los toreros de plata también pueden ser figuras

Pedro Belmonte
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Hubo momentos importantes por parte de las cuadrillas, que demostraron maestría, técnica y ayudaron a sus matadores

Javier Perea y Alfredo Cervantes se desmonteraron tras banderillear al quinto. - Foto: Arturo Pérez

Algunos novillos de Montealto no fueron fáciles para las cuadrillas, por lo que tuvieron que poner toda la carne en el asador y solventaron los problemas, sobre todo alguno en banderillas, debiendo abreviar para evitarle capotazos al novillo y conformarlo para que lo viese claro el jefe de filas y darle la horma necesaria para su juego.

Las lidias que pudimos ver fueron de una corrección extraordinaria, todos lo hicieron con suavidad, por abajo y enseñando a los novillos a coger los trastos. Y así lo hizo Fernando Casanova en el primero y Candelas en el cuarto, espectacular Javier Perea en el segundo, dejándose ver delante del novillo, dándole el toque preciso y llevándolo por abajo con suavidad y alivio en la salida, Andrés Revuelta en el quinto en tono alto, Juan Sierra en el tercero y Manuel Reyes en el sexto. Es raro poder ver en un solo festejo seis lidias como las que pudimos ver ayer, sin un fallo, con pleno conocimiento de los terrenos y distancias, lo que justifica que estos tres novilleros punteros los tengan en sus cuadrillas.

El tercio de banderillas tuvo dificultades con algún novillo, que esperó y puso en aprietos a algún palitroquero, pero que sacrificaron su lucimiento, dejando un palo, antes que volver a ponerlo en suerte y darle más capotazos. Candelas y Víctor Martínez, pusieron dos buenos pares al primero, mientras que Andrés Revuelta clavó dos grandes pares al segundo, Casanova y Víctor Martínez al cuarto le realizaron un excelente tercio, Javier Perea se salió en el quinto, clavando con autoridad, en la cara y reunidas arriba, con un buen par también de Alfredo Cervantes, debiendo saludar tras el tercio y aseados estuvieron en el sexto Juan Sierra y Juan Antonio Maquilla.

El tercio de varas no tuvo espectacularidad, ya que seguramente los novilleros advirtieron a los picadores que los midiesen mucho para que no se gastaran en el caballo, conocedores que este encaste es capaz de dejarse matar en el peto, cuando la bravura y la raza asoman en sus pitones. Bien es cierto que hubo algún novillo que se quedó apagado en el ultimo tercio, pero no fue por que se les castigara demasiado con la puya, sino por su condición. 

Dos picadores fueron aplaudidos cuando abandonaron el ruedo, Tito Sandoval tras picar al primero, al que cogió muy bien y lo midió perfecto, metiéndole las cuerdas rápidamente y a Antonio Muñoz cuando se retiraba tras picar al quinto, haciéndolo con efectividad y midiendo el castigo. 

Y aunque no se les aplaudió a los demás, hay que destacar el puyazo de Cristian Romero que cuando llegó el novillo al peto, llevaba ya las cuerdas metidas, Agustín Moreno, quien también lo cogió antes de que llegara y quedó picado cuando alcanzó el peto y Rafael Campos al sexto, al que citó de lejos llegando también con las cuerdas metidas.

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