Amnistía considera que el gasto sanitario no se ha recuperado

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Amnistía Internacional así lo destaca en un informe sobre el estado de la sanidad pública en España, que se recupera lenta e insuficientemente, y donde trata la situación de la región. Uno de los pilares más afectados ha sido la Atención Primaria

CLM no ha recuperado el nivel de gasto sanitario previo a 2010

Amnistía Internacional ha elaborado un informe sobre el estado de la sanidad pública en España, revelando una tendencia de reducción en la inversión. El estudio destaca cómo Castilla-La Mancha, junto a otras comunidades como La Rioja y Extremadura, no han logrado recuperar los niveles de gasto sanitario previos a 2010.

Desde que se eliminaron las medidas de austeridad tras la crisis económica, la recuperación del gasto en sanidad pública ha sido lenta e insuficiente en España, y Castilla-La Mancha no es la excepción. En nuestra región, según Amnistía Internacional, la inversión en sanidad pública ha disminuido un 11,17% en 2022 en comparación con 2009, situándola entre las seis comunidades autónomas que no han recuperado los niveles previos a las medidas de austeridad que, en este caso, introdujo el gobierno de Cospedal. Otras regiones como La Rioja, Extremadura, Asturias, Galicia y Aragón también han sufrido caídas, aunque en menor medida.

Sin embargo, a nivel nacional, algunas comunidades sí han aumentado su gasto en sanidad. Baleares, por ejemplo, ha incrementado un 14,76%, Canarias un 12,01% y Madrid un 10,75%. 

Según el informe de Amnistía Internacional, durante el período entre 2009 y 2022, Castilla-La Mancha experimentó la mayor caída en gasto sanitario público en todo el país, con una disminución del 6,36%, contrastando con comunidades como Madrid, que aumentaron su inversión en un 2,04%.

El peso del gasto sanitario público dentro del presupuesto total también ha sufrido una notable reducción en Castilla-La Mancha según se indica en el informe. En 2022, este porcentaje bajó 8,30% respecto a 2009. Solo la Comunidad Valenciana experimentó una caída mayor en este ámbito, con 15,91% menos. En este análisis se plasma que "trece años después de las medidas de austeridad y dos años después de la pandemia COVID-19, se evidencia, una vez más, que la sanidad no es una prioridad en el Estado y que no se está cumpliendo con la obligación de progresividad".

Uno de los pilares más afectados por estos recortes ha sido la Atención Primaria, esencial para garantizar el acceso rápido y equitativo a los servicios médicos. Desde 2009, la inversión en este sector ha disminuido un 9,78% en Castilla-La Mancha, según Amnistía Internacional.

Entre 2021 y 2022, la inversión en Atención Primaria cayó en la región según el citado informe un 5,96%, lo que refuerza la urgencia de revertir esta tendencia. Expertos coinciden en que la Atención Primaria es la primera línea de defensa del sistema sanitario, y fortalecerla es necesaria para evitar que la presión se traslade a los hospitales y a otros servicios más especializados.

Otro aspecto clave es la proporción de personal sanitario disponible para atender a la población. Aunque la ratio de médicos en Atención Primaria ha aumentado ligeramente en Castilla-La Mancha, con un 2,47% más que en 2009, sigue siendo insuficiente para cubrir las crecientes demandas de la población. La situación es algo más positiva en cuanto a los profesionales de enfermería, con un aumento del 5,56% en la región, pero aún está lejos de lo que requiere el sistema sanitario actual según expresa Amnistía Internacional.

Estas cifras indican que la escasez de personal, sumada a la reducción del gasto, está afectando directamente la calidad de la atención que reciben los ciudadanos. A largo plazo, denuncian que esto puede traducirse en un aumento de los tiempos de espera y en una mayor sobrecarga de los profesionales de la salud.

La región ha sufrido recortes importantes en su gasto sanitario desde la crisis económica, y estos, según Amnistía Internacional, se han mantenido incluso después de finalizar las medidas de austeridad. En particular, la Atención Primaria, que debería ser un pilar fundamental del sistema de salud, ha sido una de las áreas más afectadas.

Para revertir esta situación, entre otras recomendaciones, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) destaca la importancia de reforzar el carácter central de la Atención Primaria, lo que requerirá incrementar la inversión en este nivel asistencial. Asimismo, alerta que, "de no ser así, puede dar lugar a un círculo vicioso en el que los recursos necesarios para los pacientes de mayor gravedad reduzcan los recursos para la atención preventiva y primaria".