Ha tenido que llover de manera excepcional durante muchos días seguidos para ver una crecida en el Tajo, algo que debería ser lo habitual en un río. Con este panorama, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no quiere que el Gobierno de España ni el Levante cambien el foco de lo que considera que debe ser el futuro: la desalación.
«Esto de que llueva hoy es un parche», comentó, «el Cambio Climático no va a cambiar de la noche a la mañana». Recordó que España se ha gastado 600 millones en desaladoras y aseguró que si estuvieran al cien por cien de rendimiento, habría agua para cubrir las demandas actuales que tiene Levante. Es decir, que con una desalación al cien por cien, se podría cerrar el Tajo-Segura.
«La pregunta es elemental», planteó, «si todas las desaladoras que hemos pagado entre los españoles millonariamente estuvieran al cien por cien de funcionamiento, ¿cuánta agua sería necesaria trasvasar para cubrir la demanda actual? Cero». La pregunta y su respuesta la ha planteado esta tarde Page durante su intervención en la celebración del 45 aniversario de 'La Voz del Tajo'.
Page criticó que las desaladoras solo se han puesto a funcionar a toda máquina cuando el Tajo tenía poca agua. Sin embargo, cuando en los embalses hay hectómetros suficientes para trasvasar, esas desaladoras han trabajado menos. «¿Saben por qué? Por lo de siempre. Por la causa que está detrás de casi todo, que es más barato, es agua casi regalada», apostilló.
Page animó a cambiar de modelo hídrico: «No hay agua, solo hay una que es inagotable, que es la del mar». Aseguró que si él fuera presidente de una comunidad con salida al mar estaría pidiendo constantemente que se hicieran desaladoras para poder usar este recurso. «Soy contrario a los trasvases por definición, por la experiencia con el Tajo», comentó. De hecho, es un consejo que da a los del Ebro: «Esto no acaba bien».
un banco alemán engañado. Page explicó que a finales de la dictadura de Franco, «el trasvase Tajo-Segura se fundamentó desde el primer día en una enorme mentira, un enorme fraude». Aseguró que por un lado fue un fraude económico. «Se engañó a un banco alemán», contó. Y le suma que también fue un fraude en el cálculo del agua disponible. «Para que fuera mínimamente viable tendría que contar con tres veces la acumulación de agua que nunca ha llegado a tener»., concluyó.