Desde 2022 está en proceso de negociación el establecimiento de un nuevo mapa de las concesiones estatales de transporte de viajeros por autobús, con el que el Gobierno busca reorganizar un sistema que arrastra contratos con muchas décadas de antigüedad y asegura que no atienden ya a la realidad poblacional de las zonas que atraviesas, con numerosas paradas sin apenas uso que amplían sus tiempos de viaje.
Para no dejar a esas pequeñas localidades sin servicio, la última propuesta del Gobierno es aportar unos 40 millones de euros a las comunidades autónomas para que asuman esos tráficos dentro de sus regiones y de conexión con las líneas principales. Así lo detalló recientemente el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, en una comparecencia en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible, tras la que algunos gobiernos regionales calificaron la propuesta de insuficiente.
El último borrador con el que trabaja Transportes supondría pasar de más de 70 a 22 concesiones de titularidad estatal en todo el país. Pese a lo drástico de ese descenso numérico, lo cierto es que apenas supondría cambios para la provincia de Albacete y su provincia, principalmente porque dos de las concesiones que la atravesaban (las históricas de La Requenense y Alsina, que pasó a prestar Monbús) ya quedaron prácticamente extintas después de estar durante años en un limbo judicial y contractual, pasando la Junta a encargarse de contratar los tráficos internos, que se prestan con servicio a la demanda en las localidades de menor tamaños.
En concreto, de los itinerarios de ámbito superior el autonómico que contiene el borrador, sería el de la conexión con las costas y capitales levantinas más cercanas el que depare más actividad a la estación de la capital. Este se englobaría ahora en el denominado Corredor Madrid-Alicante-Murcia, que asegura la conexión con la capital española y, en dirección a la costa, tras pasar por La Roda, se bifurca en dos itinerarios. El de Murcia, con parada en Hellín, ofrece rutas también a Cartagena y destinos costeros de esa región y Almería, mientras que el de Alicante, con parada en Almansa, también tendría servicios a localidades habitualmente visitadas por los albacetenses, como Benidorm o Santa Pola, entre otras.
La segunda concesión con parada en la capital provincial sería similar a la que actualmente ofrece la conexión con Valencia, con la posibilidad de hacer transbordo allí hasta Barcelona. Las rutas de ese corredor parten de las provincias interiores de Andalucía y también vuelven a bifurcarse a partir de la capital albacetense, con opciones a Murcia y Alicante y una menor oferta de destinos secundarios.
Las inclusiones de la provincia en el nuevo mapa se completan con la aparición de Casas Ibáñez como parada en una de las rutas del corredor Madrid-Valencia, que tendrá transcurre principalmente por la autovía A-3 con algunos itinerarios secundarios, y de Hellín como posible bifurcación de algunos tráficos del Corredor Mediterráneo. contato que incluiría un gran número de conexiones desde Girona a El Ejido.
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