Los enfermos de alzhéimer y sus familias reclaman en el Día Mundial de esta enfermedad una atención singular y específica para la demencia, un diagnóstico temprano y certero, acceso a los tratamientos actuales y futuros, revisar la Ley de Dependencia y, sobre todo, más inversión para investigación sobre la patología.
La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Albacete (AFA), que salió ayer a la calle con la instalación de mesas informativas y de cuestación con motivo de la conmemoración el sábado pasado de la efemérides, y que procedió a la lectura del manifiesto por parte un usuario del programa de Atención Temprana, considera fundamental atender de forma particular la enfermedad y a sus pacientes, por cómo afecta a las personas y la atención que necesitan. Su presidenta, Isabel Sánchez, así lo manifestó ayer reiterando que «debe reconocerse la singularidad y especificidad de la demencia y no incluirla en el cajón de sastre de las enfermedades neurodegenerativas, con las que comparte cuestiones biológicas vinculadas con la investigación, pero que nada tiene que ver con la manera en que afecta a las personas y con las necesidades que éstas presentan, ni tampoco con las atenciones que requieren. Lo que ha venido haciéndose hasta ahora no deja de ser un medio de diluir la verdadera importancia y dimensión del alzhéimer y la demencia, dando como resultado una desviación de la atención de una realidad que en el medio plazo va a ser insostenible».
En España, actualmente se estima que la enfermedad de Alzheimer afecta a 1,2 millones de personas, aumentando su cifra de manera exponencial. Las cifras en Castilla-La Mancha no son más esperanzadoras, se estima en 57.000 el número de casos de personas afectadas que se elevan a 228.000 si se suma a todo el entorno familiar y los cuidadores.
El tratamiento y seguimiento de esta enfermedad, para la que hoy en día no hay cura, se lleva a cabo tanto en las consultas de Geriatría como en la unidad monográfica de demencias que coordina la especialidad de Neurología.
El jefe de Geriatría, el doctor Pedro Abizanda, que recordó que son en torno a 5.000 los pacientes de la provincia de Albacete que están en seguimiento por una diagnóstico de alzhéimer u otras demencias, anunció que ya está aprobado la inclusión del Servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete como centro participante en dos ensayos multicéntricos de ámbito internacional para evaluar la psicosis y la agitación en pacientes con demencia (en fase moderada o avanzada).
Será entre enero y febrero del 2025, una vez reciba luz verde del Comité de Ética de Investigación Clínica, cuando se recluten pacientes desde el centro hospitalario de Albacete para estos dos ensayos (ocho por cada estudio).
Por su parte, la neuróloga Inma Feria, aseguró que cada vez la población consulta más por síntomas compatibles con las demencias. De hecho, apuntó que «uno de los motivos más frecuentes de consulta en Neurología, además de las cefaleas, es el alzhéimer», no tanto porque haya aumentado la incidencia de esta enfermedad sino porque los ciudadanos están más informados y acuden antes al especialista. En concreto, señaló que todos los años se diagnostican en la unidad de demencias de la GAI de Albacete entre 60 y 65 nuevos casos de alzhéimer.
«Dado que tenemos biomarcadores específicos, diagnosticamos más casos y en gente más joven, porque la población consulta antes, a diferencia de lo que sucedía hace décadas que la gente era más conformista y los olvidos los achacaba a la edad, con lo que cuando los pacientes llegaban a las consultas estaban en una fase más avanzada», agregó la doctora Feria, que avanzó que desde el centro hospitalario su servicio trabaja por implementar a medio plazo, para pacientes muy seleccionados, los biomarcadores en sangre para el diagnóstico de la enfermedad, ya que hasta el momento su detección sólo se puede hacer con biomarcadores como las pruebas de líquido cefalorraquídeo (mediante punción lumbar) y las imágenes PET (tomografía por emisión de positrones, por sus siglas en inglés) específicas de las proteínas amiloide y tau. Además es necesaria la clínica y otras pruebas para la detección de la enfermedad de Alzheimer.
El objetivo de introducir esta nueva técnica, ya en marcha en otros hospitales españoles con unidades de demencia, «es hacer un diagnóstico precoz, con vistas a en un futuro, que esperemos sea cercano, poder aplicar nuevos tratamientos frente al alzhéimer, que en Europa están todavía pendientes de aprobación».
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