El pasado Domingo de Ramos la nómina de matadores de toros de Albacete, se amplió, llegando a los 70, con la incorporación de Sergio Felipe, que fue investido como nuevo doctor en Tauromaquia en Villarrobledo, cortando tres orejas en una actuación muy completa, que convenció a aficionados y profesionales, dejando una gran imagen de torero hecho, cuajado y serio, demostrando las dos vertientes del toreo, con el toro de mayos calidad, toreando con hondura y verdad y con el toro complicado, con unas maneras técnicas y también verdaderas y mucho valor, pero valor del bueno.

«Estuve muy emocionado toda la tarde, con la sensibilidad a flor de piel y creo que a un buen nivel. Estaba muy seguro de mí mismo y de la actitud que iba a tener en la plaza».

Analiza sus dos toros. «La faena al primero creo que fue importante, con la pega del viento que molestó un poco, y se vio a un torero capacitado para poder llegar mucho más. Tuvo calidad el toro y pienso que estuve a la altura, haciendo mi toreo, como digo, con la pega del viento que molestó toda la tarde. Se lo brindé a mi apoderado Ángel Luis Ortiz al que estoy muy agradecido ya que durante los últimos años ha sido el que ha apostado por mí y sigue apostando, un gran aficionado porque lo ha demostrado con creces, y que además he tenido la suerte de que crea en mí».

El segundo toro tuvo más complicaciones. «El segundo toro mío tuvo muchas teclas. Era de los toros que te piden el carné y precisamente el día de mi alternativa, pero bueno, esto es así y me sirvió para que se vea mi disposición y mi resolución. Creo que di una dimensión importante y que soy un torero hecho, estuve por encima de las condiciones del toro y pude con él. Fueron muy importantes las faenas de los dos toros, cada uno con sus condiciones, porque al segundo, si le meto la espada a la primera, hubiesen sido otras dos orejas».

Gran opinión de los profesionales. «Me decían que cuantos toros llevaba matados en el campo y cuantas becerras, cuando la verdad es que he toreado cuatro becerras en el campo y llevo sin ponerme el vestido de luces y sin torear en público desde la tarde de Madrid el año pasado en abril. También a través de la televisión, se pudo escuchar que soy un torero distinto, con personalidad propia, que es de las cosas que más orgulloso me puedo sentir, no parecerme a nadie».

El titulo de matador de toros no le ha llenado la cabeza de pájaros, sigue con su vida. «Esto es así, estoy muy orgulloso de todo lo que he hecho y hago. Después de tomar la alternativa, volví a mi trabajo, porque las cosas son así y a entrenar cuando termino de trabajar, porque el entrenamiento es vital en mi vida. Puedo cogerme algún día de permiso, pero el trabajo es fundamental cuando no puedes vivir del toro, que somos la mayoría, pero la ilusión está intacta y las ganas de ser alguien en el toro, también».

Principio.

La alternativa nunca ha sido un fin, es el principio. «Es un paso más y un festejo más, aunque sea el de la alternativa. No significa que ya que soy matador de toros, mi sueño está cumplido, todo lo contrario, porque ahora es una nueva etapa que supone matar toros en vez de novillos. Fue un día bonito, pero uno más de mi carrera».

El 14 de abril anunciado en Tomelloso. «Es una corrida emblemática en Tomelloso a favor de la Asociación TEAcompaño Tomelloso en favor de los afectados por autismo y me siento orgulloso de poder colaborar con esta causa. Vuelvo a coincidir con Molina y Álvaro Alarcón. Siempre que toreas con un torero bueno, como es Molina, se crea una rivalidad y siempre quieres estar por encima y a él le ocurre los mismo, pero en realidad, mi guerra siempre ha sido conmigo mismo y a día de hoy sigo igual. Está claro que te estimula torear con un torero bueno, pero como digo, al que tengo que superar siempre es a Sergio Felipe. Los toros de Martín Lorca es una corrida muy buena de hechuras, hay cuatro toros en el campo de los que enamoran y fuerte, seguramente de plaza de segunda. Tengo que dar otro toque de atención más grande que el del otro día».