Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Tardes de soledad

13/03/2025

He visto el día del estreno la película Tardes de soledad, la obra de Albert Serra que mereció el mes de septiembre pasado la Concha de Oro del Festival de Cine de San Sebastián. La he querido ver antes que nadie para que tampoco me condicionaran opiniones en un sentido u otro. Y he de decir que salí del cine con la impresión de que pocas cosas más grandes pueden pasarle a una fiesta como los toros. La película es una obra maestra colosal, redonda, definitiva. La mayoría de los críticos le han otorgado la máxima puntuación y a fe que la merece. Se trata de  un documental a modo de secuencias que recrean las tardes del torero antes, durante y después de enfrentarse al toro. La novedad reside en que Albert Serra utiliza las más modernas técnicas para que no se escape detalle de la tremenda batalla que se establece entre la fiera y el hombre. La obra entra de lleno en el campo de la épica, pero también la lírica. El hombre busca su destino y lo encuentra ante la bestia, en la soledad más absoluta que llena hasta los huesos. He ahí su grandeza sublime y colosal. Serra erige un monumento a la Estética con mayúsculas, como si fuera un aristotélico consciente de la Ética que se encuentra detrás de cada paso. Creo que es una película que nadie debiera perderse.
Hay quien la ha calificado de gore porque se ve mucha sangre y el dolor del toro. En realidad, la película no se posiciona, aunque uno ve claramente las simpatías del director, sobre todo, después de saber que el Pacma – tan democrático él, como siempre- quería prohibir su proyección. Serra ha hecho una elegía en forma de film, la ha elevado a categoría de mito y ha recuperado la figura sagrada del toro y la dimensión colosal del héroe. Tardes de soledad es la Titanomaquia, la hondura de los silencios, el Minotauro entero, Mediterráneo abierto en canal que llega a nuestros días. Quien no quiera ver el arte más culto del mundo como son los toros y decía Federico, que no lo mire… Pero que no impida a los demás hacerlo. Hay varios momentos sublimes de la película, como cuando se ofrece el rito sacrificial del traje de luces o el toro empotra contra las tablas a Roca Rey. Cómo es posible que el hombre se cruce con su destino. Definitiva, es una obra redonda, con cámara digital, que aprecia con nitidez la muerte del toro, su respiración y el miedo del torero. La muerte sobrevuela cada plano, instante y suspiro… Dicen que es un escándalo, pero es que los toros son un auténtico escándalo, como la vida misma. Tardes de soledad coloca a la Tauromaquia en el mito definitivo mediterráneo y a la vanguardia de cualquier disciplina artística. Es lo mejor que le ha pasado a los toros desde la muerte de Paquirri. Saca la fiesta del bucle anti y pro. Véanla y juzguen. Seguro que la mirada después será otra.