La sombra de lo ocurrido años atrás con otras clínicas dentales que estafaron a cientos de clientes como la protagonizada por iDental, que dejó sin terminar los tratamientos odontológicos de cientos de pacientes vuelve a planear en la ciudad de Albacete.
Tal y como denunció a La Tribuna José Toribio Fajardo, el hijo de una familia afectada por la supuesta estafa que habría cometido la clínica dental Amvires, ubicada en plena calle Mayor de la ciudad, ya son más de una docena los afectados que se han unido en una plataforma que está fraguándose y que han comenzado a informarse y documentarse para iniciar medidas judiciales y presentar una demanda colectiva contra los titulares de este centro sanitario, que ha dejado interrumpidos los tratamientos de muchas personas que pusieron el arreglo de sus dentadura en manos de los profesionales de la clínica Amvires, sin que por el momento nadie les haya ofrecido una solución al respecto.
El denunciante informó que son varios los miembros de su familia afectados por la interrupción de los tratamientos odontológicos de esta empresa, entre su padres y su madre, a los que se les extrajeron todas las piezas dentales para después ponerse implantes, «algo que no llegó a suceder», y que, entre entregas a cuenta y financiación, habrían depositado ya 15.000 euros; su hermana que financió con entre 3.000 y 4.000 euros su aparato de ortodoncia;su prima o su tío, éste último financió otros 6.000 euros. Hablamos por tanto de cantidades importantes ya depositadas por unos tratamientos que de momento no han llegado a realizarse, «porque a mi madre le extrajeron todos los dientes en enero y sigue a día de hoy sin dientes».
Toribio Fajardo afirmó que «está claro que la empresa titular de la clínica no iba bien, como demuestra el hecho del ir y venir de trabajadores de la clínica en el último año, y que no paran de dar largas a los clientes afectados sobre cuándo podrán continuar con sus tratamientos que ya financiaron».
Los afectados, cuyo número total se desconoce en estos momentos, han empezado a recibir, en octubre, correos electrónicos del nuevo propietario de la clínica informando que fue en mayo cuando adquirió el centro Amvires, empresa que se llama Irepa «y que no entendía porqué los clientes no habían sido informados del cambio de titularidad», indicó José Toribio.
Puestos en contacto con trabajadores de la clínica Amvires, en concreto, con la persona que está ejerciendo la dirección en estos momentos, pero que no tiene vinculación alguna con la titularidad de la empresa que ha adquirido la clínica en cuestión, han confirmado a este diario que dicho centro odontológico sigue abierto al público y que, si bien se han anulado algunas citas con pacientes por los problemas que ha tenido el centro, «la nueva empresa propietaria ya se ha reunido esta semana con algunos pacientes para darles explicaciones y confirmar que van a ser atendidos y se va a completar los trabajos odontológicos iniciados, es decir, que se va a dar servicio a los clientes, y que los que lo deseen pueden solicitar la devolución del dinero entregado hasta la fecha».
«Todo normal dentro de un momento de crisis que hemos tenido, y por eso ahora estamos reorganizando agendas para acelerar los trabajos y dar continuidad a los tratamientos lo antes posible», indicó el director del centro.
Sin embargo, la familia de José Toribio espera una solución para la finalización de sus tratamientos odontológicos por parte de la nueva propietaria del centro o la devolución del dinero abonado.