El Albacete Balompié cumplimentará hoy su quinto compromiso liguero, tercero a domicilio, en Miranda de Ebro, un encuentro más complicado de lo que parece y más después de las dos últimas actuaciones en las que ha dejado más dudas que certezas.
Alberto González ha intentado transmitir un mensaje de serenidad tras consumarse los citados tropiezos, insistiendo una y otra vez en la idea de que todo se trata de un accidente, aunque paralelamente ha reconocido que su equipo «no está cerca» (es decir, lejos) de alcanzar lo que pretende.
Para este compromiso, el técnico malagueño tiene a toda su plantilla disponible a excepción del lesionado Javi Villar.
Anduva no es un campo que se le dé precisamente bien al Albacete, más bien todo lo contrario, especialmente en los últimos años. Solo ha sido capaz de ganar una vez (2020) en los seis compromisos, y en los dos últimos cosechó sendas y claras derrotas por 4-2 y 2-0.
El Mirandés, por su parte, llega a este partido emparejado con el Albacete (seis puntos), aunque con sensaciones diferentes.
Los anfitriones se mantienen invictos con una victoria y tres empates merced a un solo gol encajado y dos a favor, lo que ha conducido a su entrenador, Alessio Lisci, a afirmar que queda mucho por mejorar. «Los resultados están camuflando todo lo que nos ha pasado, pero no estamos tan bien como se puede percibir desde fuera», asegura en un buen ejemplo de honestidad.
El encuentro se disputará en un horario propio de La Liga e impropio de un mínimo respeto por el aficionado.