El centro sociocultural Ágora acogió ayer por primera vez un evento dedicado a la reparación de pequeños objetos, como electrodomésticos que han dejado de funcionar, ropa, y otros enseres, que fue todo un éxito de público. Bajo el título Repair Café, un grupo de personas de la ciudad que desde hace unos meses se han agrupado bajo la denominación de Albacete en Transición desarrolló esta actividad, a la que de momento se han sumado dos voluntarios reparadores de objetos, pero cuya iniciativa está abierta a otros candidatos con tiempo libre para participar en el proyecto.
El portavoz de este proyecto, José Gil, fue el encargado junto con la concejal de Participación del Ayuntamiento de Albacete, Llanos Navarro, en presentar la iniciativa en el centro Ágora, un proyecto que cuenta con el apoyo del Consistorio, que ha cedido los espacios para su realización, al tiempo que ha comprado el material y herramientas necesarias para llevar a cabo el arreglo gratuito de los objetos.
Dado que, como comentó Gil, «la cultura de la reparación no está arraigada en la sociedad, con el proyecto que promovemos desde Repair Café queremos hacer el cambio y reducir así la montaña de deshechos, teniendo en cuenta que en España solemos tirar demasiadas cosas a la basura cuando dejan de funcionar».
Objetos en desuso que recuperan su vida útil - Foto: Rubén SerralléDe esta forma, no sólo se reduce la contaminación y se le da una nueva vida a algunos objetos que habían dejado de tener utilidad, sino que se hace barrio y se fomentan las relaciones sociales.
El éxito de asistentes de este primer evento ha hecho que los organizadores repitan la actividad los primeros lunes de cada mes, de 17 a 20 horas, en el centro Ágora. Si después la experiencia sigue adelante y gana más adeptos, tanto en voluntarios reparadores como en personas interesadas en arreglar sus objetos averiados, el proyecto se podría extender a otras localizaciones y lugares de celebración que permitan el desarrollo del taller.
Un reproductor de CD, un secador, una plancha, un juguete o un pantalón roto son algunos de los objetos que los ciudadanos albacetenses han llevado a la primera sesión del proyecto.
Gil, que recordó que «el tiempo medio de vida de los electrodomésticos en España está en los 10 años, a partir de ahí si somos capaces de alargar la vida a 15 ó 20 años podríamos ahorrarnos de media por objeto averiado unos 100 ó 200 euros y con ello reducir las emisiones de CO2», agregó.