Las Escuelas de Verano municipales acogieron este verano a más de 2.700 niños y niñas albacetenses repartidos en quincenas y en los diferentes centros educativos que llevan a cabo estos cursos estivales. Desde el principio, el proyecto estuvo planteado en nueve colegios de la ciudad y en dos pedanías, ofertándose este año un total de 756 plazas, de las cuales el 30 por ciento, que ascienden a 210 plazas, son para la atención de menores y familias en proceso de intervención social, a propuesta de los Servicios Sociales del Ayuntamiento. Este año, y según adelantaba la concejal de Personas Gala de la Calzada se «reforzaría la atención directa a menores con más personal con el fin de atender y dotar con medidas de apoyo a los menores que cuenten con necesidades educativas especiales», y así ha sido.
Cabe recordar que los colegios que han participado son los centros educativos Ana Soto en el que se ofertó un total de 70 plazas; en el Benjamín Palencia, 42, en el Cristóbal Valera, 56 plazas, en el José Serna, 28, en el Mari Llanos Martínez, 56, en el Federico Mayor Zaragoza, 56, en San Pablo, 42, en Virgen de Los Llanos, 70, en Pedro Simón Abril de Santa Ana, 28, y en Príncipe Felipe de El Salobral, 28.
Infancia. Un año más, el Ayuntamiento ofreció a los albacetenses un servicio de atención a la infancia para ayudarles a conciliar la vida laboral, familiar y personal durante el periodo de vacaciones escolares. El objetivo que persigue el Consistorio con la programación de las Escuelas de Verano es «ofrecer a los niños y niñas de Albacete la posibilidad de realizar actividades saludables de ocio y tiempo libre durante el periodo estival, promover valores de convivencia, igualdad, respeto mutuo, cooperación y trabajo en equipo, promover relaciones interpersonales entre niños y niñas de diferentes ámbitos, compensando desigualdades, y desarrollar hábitos de alimentación, cuidado personal y actitudes de responsabilidad y autonomía a través de la diversión y el juego, teniendo en cuenta las edades a las que se dirige la actividad propuesta». Además, ha sido una manera de que los más pequeños hayan disfrutado de un periodo vacacional en el que han podido realizar actividades saludables de ocio y tiempo libre.
Mediante valores como la convivencia, la igualdad, respeto mutuo, cooperación y trabajo en equipo se han posibilitado las relaciones interpersonales entre niños y niñas de diferentes ámbitos, compensando las desigualdades. Uno de los objetivos conseguidos en el desarrollo de las actividades desarrolladas durante estos dos mes ha sido que los menores han podido conseguir hábitos de alimentación, cuidado personal y actitudes de responsabilidad y autonomía a través siempre d ella diversión y el juego, teniendo en cuenta las edades a las que se ha dirigido la actividad propuesta. Como se ha venido demostrando a lo largo de estos años, se cumple un año más con el fin fundamental de estas escuelas de verano que es seguir avanzando en las políticas de conciliación laboral.
En cuanto a las actividades que se han desarrollado a lo largo de estos dos meses estivales en las Escuelas de Verano se han dividido en las siguientes áreas temáticas: Socioescuela: área de educación en valores; Ecoescuela: área de educación ambiental; Conóceme: área de educación emocional; Educasalud: área para una vida saludable; Crearte: área de artes plásticas y manualidades y Expresarte: área de artes escénicas. Como actividades complementarias para cada una de las quincenas, han destacado las salidas a los cuentacuentos en los Kioscos de los parques, a la piscina municipal, así como al Servicio de Bomberos y una jornada de convivencia con otras escuelas de verano de la ciudad (Desarrollo Autismo y Asprona).