Que el ejercicio físico dirigido por profesionales en la materia y una alimentación saludable es una buena terapia, complementaria a los tratamientos oncológicos, frente al cáncer es algo que a día de hoy está probado y demostrado científicamente. Y ese es precisamente el propósito y el objetivo que se plantean los promotores de Sampo, una iniciativa a la que en menos de un año de andadura se han sumado ya una veintena de fisioterapeutas voluntarios.
Inspirados por un gran amigo y sus lecciones de vida como era el Capitán Optimista, el pediatra Antonio Cepillo, fallecido de cáncer, los fundadores de la entidad, el oncólogo José Luis Sánchez, y el fisioterapeuta Antonio Peiró, así como el profesor e investigador en temas de cáncer y enfermedades raras, Francisco Sánchez, crearon esta asociación para ofrecer un servicio multidisciplinar integral para los pacientes con cáncer que no encuentra en la sanidad pública.
En esta joven asociación hay una veintena de fisioterapeutas para dirigir ese ejercicio terapéutico tan necesario para mitigar las secuelas de los tratamientos oncológicos. Este entramado de buena voluntad también cuenta con la colaboración, igualmente desinteresada, del endocrinólogo y nutricionista Francisco Botella, así como de otros profesionales del ámbito de la Psicología que también han decidido aportar su granito de arena a este proyecto. A todos ellos también se ha unido recientemente la Enfermería, pero con una terapia alternativa, la meditación.
Y es que como decía el doctor Cepillo «mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo», una máxima que este equipo de profesionales voluntarios intenta llevar a la práctica día a día con una cifra de enfermos beneficiarios que en menos de un año de andadura se ha incrementado exponencialmente de 10 con los que arrancó el proyecto a más de 70 del momento actual.
demanda. Inicialmente este Servicio, tal y como informó el doctor Sánchez, empezó atendiendo a pacientes los martes y jueves por la tarde, repartidos en dos grupos en función de las patologías tumorales, en un espacio totalmente equipado del centro Ágora, cedido por el Ayuntamiento de Albacete para este fin, pero la demanda de este apoyo multidisciplinar no deja de crecer y desde el pasado mes de enero de este año Sampo abrió el recurso también los lunes y miércoles, igualmente por la tarde.
«Los casi 70 pacientes que ya se benefician de esta iniciativa acuden dos horas a la semana a sesiones de Fisioterapia, también un día por semana (los martes), de la mano del endocrinólogo y nutricionista Francisco Botella, reciben asesoramiento e intervenciones nutricionales; los que requieren de apoyo psicológico también cuentan con psicólogas voluntarias que se ocupan de esta tarea».
«Y es que el ejercicio terapéutico, la fisioterapia, los buenos hábitos nutricionales y la ayuda psicológica han demostrado mejorar la calidad de vida del paciente oncológico antes, durante y después del tratamiento», dijo Sánchez.
Sampo supone hacer realidad el proyecto Antonio Cepillo: Apoyo Integral al paciente oncológico, que tiene como objetivo el intentar mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas de cáncer y que están en tratamiento.
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