La Diputación de Albacete acaba de convocar el reparto de 200.000 euros en ayudas para un grupo de nueve municipios que sufrieron graves daños tras el paso de la DANA que barrió la provincia a finales del pasado mes de junio.
Estas ayudas cubren los daños en infraestructuras de titularidad municipal, como son por ejemplo las redes de caminos, las vías urbanas o los edificios públicos. No cubren los daños en los cultivos, ya que para eso están los seguros.
Por orden de cuantías, los nueve ayuntamientos que entran dentro de esta nueva ayuda extraordinaria son los de Pozohondo (70.000 euros), La Recueja (37.000), Chinchilla (20.000), Tobarra (20.000), Casas de Juan Núñez (16.000), Hellín (15.000), Ayna (8.000), Lezuza (8.000) y Jorquera (6.000).
Todos ellos, además de presentar la correspondiente solicitud, deberán adjuntar una memoria valorada, para acreditar los daños causados por el paso de la DANA.
El día más duro fue el viernes 28 de junio. A partir de las seis de la tarde, numerosas localidades de la provincia sufrieron intensas precipitaciones, no sólo de agua, sino también de granizo.
Pozohondo se llevó lo peor. En este municipio, hubo pluviómetros que rebasaron con creces los 40 litros por metro cuadrado, incluso los 50. Además, llovió sobre mojado, literalmente, porque pocos días antes había pasado otra tormenta.
Lo peor se lo llevaron varios locales, anegados, varios edificios públicos y el pavimento, arrastrado en varios tramos por una auténtica tromba de agua que bajó por las calles del casco urbano.
En Hellín, donde cayeron entre 30 y 40 litros en muy poco tiempo, las zonas más afectadas fueron el Polígono de San Rafael y las pedanías de Agramón y Torre Uchea. En La Recueja, fueron el parque, la piscina y el cauce del río, con muchos árboles arrancados de cuajo.
En Chinchilla, lo peor fueron los arrastres en caminos, carreteras locales y varios núcleos próximos al casco urbano principal.
Desde el primer momento, la Diputación de Albacete desplegó equipos de su Parque Móvil y del Servicio de Carreteras, así como bomberos del Sepei, para despejar cunetas, retirar materiales y quitar árboles caídos. No obstante, como quedaron daños que requieren actuaciones a más largo plazo, la Diputación creó estas ayudas.