Un autobús quedó completamente calcinado a consecuencia de un incendio que sufrió mientras circulaba por la autovía A-30. Por fortuna, los 40 ocupantes y el conductor resultaron ilesos, totalmente indemnes, y sólo hubo que lamentar la pérdida del vehículo.
De acuerdo al relato de los hechos facilitado por el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios (Sepei), sobre las 05,30 horas se recibió una llamada que daba cuenta de la presencia de un autobús que estaba en llamas, a la altura del kilómetro 65 de la A-30.
Al lugar del siniestro, se desplazaron efectivos del cuartel del Sepei en Hellín, Guardia Civil y personal sanitario de la GAIde Hellín. Al llegar, pudieron comprobar que las personas que viajaban a bordo del vehículo habían bajado del mismo y que el bus, ya completamente vacío, ardía con fuerza.
Como no hubo que lamentar desgracias personales, los bomberos y los agentes de la Benemérita aseguraron la zona y se dispusieron a extinguir las llamas. El vehículo ardió por completo, pues de él sólo quedó la estructura, el motor y las partes y piezas metálicas que no se fundieron con el intenso calor.
Siempre de acuerdo al relato de los servicios de emergencia, fueron los propios ocupantes del vehículo los que avisaron del fuego. Todos los que iban a bordo, salvo el conductor, eran temporeros que iban de camino a explotaciones agrarias de la comarca hellinera. Nada más declararse el fuego, el conductor acercó el vehículo al arcén para que todos los que iban a bordo pudiesen salir.