De los más de dos millones de habitantes de Castilla-La Mancha, alrededor de 1,4 millones vive en municipios que tienen más de 5.000 habitantes. Muchos de ellos no entenderán qué dificultades puede haber en encontrar un cajero en el sacar dinero o una sucursal de banco para hacer ingresos, transferencias o domiciliar un recibo. Sin embargo estas operaciones del día a día pueden ser una odisea para aquellos castellanomanchegos que viven en las zonas rurales y que no son pocos, alrededor de 600.000.
Una reciente encuesta de la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, revela que durante el último mes un 20,7 por ciento de los vecinos que viven en estos pueblos de menos de 5.000 habitantes han tenido que desplazarse a otra localidad distinta para poder sacar dinero de un cajero. La cifra es pareja a la que hay en otras comunidades, que van desde un 17,7 por ciento en Extremadura y un 19 por ciento en Galicia a un 33,5 por ciento en la Comunidad Valenciana o 35,2 por ciento en la vecina Castilla y León.
Este problema se acentúa cuando más pequeño es el pueblo. Entre los vecinos que viven en localidades de 2.000 a 5.000 habitantes, es el 15 por ciento el que se ha tenido que desplazar a otro municipio para sacar dinero de un cajero. Sin embargo, si se baja a las localidades de menos de 2.000 habitantes, el porcentaje de quienes tienen que salir del pueblo para ir al cajero sube al 27,3 por ciento. No es una cuestión sin importancia, puesto que hay que tener en cuenta que muchos habitantes no tienen transporte propio para desplazarse y la alternativa de transporte público en zonas rurales, cuando la hay, no pone las cosas muy fáciles.
La OCU ha sacado un informe sobre 'Servicios financieros en el mundo rural' para poner el foco en los consumidores más vulnerables. Ha preguntado directamente a sus vecinos si tienen una sucursal bancaria en su localidad o al menos un cajero con el que poder sacar dinero. En el 19,8 por ciento de los casos confiesan que no hay ningún cajero automático.
El porcentaje baja cuando se pregunta por la posibilidad de que haya una oficina bancaria abierta en su municipio, puesto que hay casos en los que no hay sucursal, pero al menos sí hay un cajero. El 16,5 por ciento de las respuestas revelaron que en su pueblo no hay sucursal. Hay un 11,4 por ciento que señala que en su municipio hay una. En más de la mitad de los casos tienen dos o más sucursales abiertas en el pueblo.
La OCU ha realizado esta encuesta a 2.007 españoles, de los cuales 225 son de Castilla-La Mancha, siendo la cuarta región más representativa del estudio.
850 sucursales menos de 2007
Desde 2007, el año que empezó la crisis financiera, han desaparecido 850 sucursales en la región. Según los datos recabados por la OCU, hay 400 municipios sin servicios financieros.
El 23,6% no se ve capaz de operar con la banca online
Hay muchos castellanomanchegos que aunque tengan una sucursal de su banco o de su caja cerca, prácticamente casi nunca van. Son todos aquellos que se han lanzado de lleno al mundo de la banca online, que ven desde sus ordenadores cómo van subiendo o bajando sus ingresos, revisan el cobro de los recibos a golpe de 'clic' y pueden autorizar operaciones como transferencias a otras cuentas.
Aunque siempre es importante que haya una alternativa presencial, hay quien podría pensar que la banca online es una salida para algunos habitantes de estos municipios pequeños en los que no hay una oficina física. Pero no es tan fácil. La encuesta realizada por la OCU a vecinos que viven en municipios de menos de 5.000 habitantes revela que el 23,6 por ciento de los mismos no realizan operaciones bancarias por internet por falta de conocimientos o destreza. Castilla-La Mancha tiene un dato más alto que la media del país, que está en 18 por ciento.
Algo parecido ocurre con la posibilidad de hacer compras por internet. El 21 por ciento de los castellanomanchegos que viven en estos pueblos no las hace porque no se ven capaces.