Parece que al final sí habrá un Pleno extraordinario para dirimir el pase de los tres concejales díscolos de Vox a la condición de no adscritos, ya que mañana está convocada una Junta de Portavoces del Ayuntamiento capitalino, paso previo a la convocatoria de la sesión extraordinaria que, presumiblemente, sólo llevará en el orden del día ese punto en concreto.
El caso de los concejales díscolos de Vox se alargó en demasía en el tiempo y se llevó en el más absoluto de los secretos por parte del alcalde, Manuel Serrano, que gobierna en minoría y depende de Vox para sacar adelante sus proyectos. Ahora, si estos tres ediles pasan a la condición de no adscritos, tendrá que llevárselos a su redil para garantizar una mayoría en los plenos que apoye las propuestas formuladas por el equipo de Gobierno. ¿Cómo lo hará? Es una incógnita. Habrá que ver cómo lo hace. Eso en el caso de que el informe del secretario municipal, que debería haberse presentado el pasado día 8, sostenga que los ediles deben abandonar el grupo municipal de Vox. La formación comunicó al Ayuntamiento el 16 de julio su inhabilitación y, por tanto, la expulsión del grupo municipal, pero el Pleno del mes pasado dejó aparcada la dación de cuentas de esta circunstancia, algo inexplicable.
Mientras esto sucede en el seno de la Corporación municipal, los tres ediles presentaron una demanda civil ante el Juzgado deInstrucción número dos -que rechazó las medidas cautelarísimas solicitadas-, en la que el abogado y el procurador de los tres ediles pertenecen a un círculo muy cercano al PP.
De momento, mañana habrá un nuevo capítulo del caso de los concejales díscolos de Vox. Veremos si no nos depara más sorpresas.