El presidente catalán ya está pidiendo recaudar todos los impuestos y luego entregar un cupo al Estado, pero García-Page no quiere entrar al trapo de los independentistas. "Las balanzas fiscales son balanzas fake", avisa. Dijo que son una "quimera", que "nunca son reales" y en definitiva las ve como "trampas solo pensadas para intentar justificar privilegios" o bien como "falacias que solos sirven al propósito de crear problemas".

El presidente de Castilla-La Mancha recuerda que en el sistema actual puede haber empresas que tienen sus fábricas y mano de obra en una comunidad autónoma, pero el domicilio fiscal en otra. Pero aparte de todas esas consideraciones que hay que tener en cuenta antes de esgrimir quién sale perdiendo o ganando, Page prefiere hablar de que "en España compartimos el mismo sistema circulatorio, el mismo sistema sanguíneo". Utilizando otra metáfora, habló de que "formarmos parte de un mismo mar" en el que "cada región no deja de ser una costa diferente, pero el mar es el mismo, es la misma agua". Y por seguir con las comparaciones, señaló que lo que da valor a un piso "a la postre" son las zonas comunes. "Eso no tiene capacidad de romperse, ni posibilidad, ni aunque se empeñaran en ello desde altas instancias políticas", denunció.

Page hizo estas declaraciones en la firma de la tercera edición del Plan Adelante. También aprovechó su intervención para lamentar que en cuanto a la financiación autonómica, la negociación "es cero" y lanzó un recado que parece que va dirigido a la actual ministra de Hacienda: "Ya me gustaría que algunos se acordaran de lo que decían cuando eran consejeros autonómicos". Y es que María Jesús Montero fue en su día consejera de Hacienda de Andalucía. El presidente castellanomanchego concluyó que "estamos en encefalograma plano en lo que a financiación autonómica se refiere".