El Salón de Actos de la Diputación de Albacete fue el escenario elegido por José Ángel Munera para presentar su libro 'Lezuza y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, ermitas y otros lugares de culto. Historia de la Villa (1213-1600)'. Una publicación editada por el Instituto de Estudios Albacetense 'Don Juan Manuel' coincidiendo con el V Centenario del inicio de las obras de construcción de la iglesia parroquial que da título a la obra.
El vicepresidente de la institución provincial, Fran Valera, que comenzó su intervención dando el pésame por el fallecimiento del alcalde de Alatoz, Enrique García, a su familia, seres queridos y a su pueblo, participó en este acto junto al autor y a Luis Guillermo García-Saúco Beléndez (miembro del IEA), "un gran padrino para esta obra", al tiempo que felicitó a José Ángel Munera por este trabajo, subrayando la ardua tarea de investigación que ha realizado, 'rescatando' datos, información y curiosidades en torno a una parte del patrimonio histórico y arquitectónico de Lezuza, y remarcó la idoneidad de que vea la luz coincidiendo con el citado aniversario.
Además, Valera puso en valor el compromiso e implicación que Munera siempre ha demostrado con su localidad y con la historia de ésta, donde ha sido docente y también alcalde, y en torno a la cual ha realizado una gran variedad de publicaciones. De hecho, señaló su contribución a la identidad colectiva del municipio, incidiendo en "la rica y singular historia" que atesora Lezuza.
El vicepresidente también animó a José Ángel Munera a seguir en su empeño de arrojar luz sobre la historia de este territorio desde una apuesta por la información contrastada, documentada y veraz, advirtiendo que libros como éste y figuras como la suya son fundamentales para que el legado histórico de este territorio llegue a nuestros días, y señaló que este es el camino: "Siempre que se investiga hay que hacerlo con base científica, eso es lo que da sentido a los trabajos y lo que hace que perduren en el tiempo".
Labor del IEA y de sus miembros. Valera también puso en valor la labor del Instituto de Estudios Albacetenses, subrayando "que es una suerte compartir espacio de trabajo con sus integrantes", y destacando que "el IEA es un espacio de conocimiento, divulgación y aprendizaje, que pone a disposición de la provincia el conocimiento que individualmente tiene cada uno de sus miembros", apuntando que la clave está "en contar con los mejores y las mejores en cada una de sus diferentes ramas, y transformar ese conocimiento individual en colectivo, porque cuando el conocimiento es colectivo construimos sociedad en mayúsculas". De hecho, labor editorial del IEA se traduce en más de 60 monografías publicadas en los últimos 4 años.
Asimismo, el responsable provincial felicitó, por su apoyo a este ejemplar y por su trabajo en pro del patrimonio local, al Ayuntamiento de Lezuza, que ha estado presente por miembros de la Corporación Municipal con su alcalde, Alfonso Avendaño, al frente.
Finalmente, Valera subrayó que para la Diputación de Albacete es un orgullo colaborar, a través de su Instituto de Estudios Albacetenses, en la edición de esta obra, en línea con el compromiso de su Equipo de Gobierno que preside Santiago Cabañero con la conservación, protección, puesta en valor y difusión del patrimonio provincial.
En lo relativo a la obra, su autor, aprovechando el V Centenario del inicio de las obras de construcción de la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción de Lezuza, realizó un trabajo minucioso sobre la historia de un edificio, en el que se dan la mano los estilos gótico, renacentista, barroco y neoclásico. Y lo ha hecho desde una perspectiva interdisciplinar, analizando el contexto histórico de Lezuza, primero, como aldea dependiente del concejo de Alcaraz, y después, como villa independiente a partir de 1953.
Además, el estudio se extiende a otros lugares de culto del municipio: el Templo de los Santos Mártires Vicente y Leto, con raíces en la Libisosa romana; las ermitas de Santa María Luciana y la de Santa maría de la Yunquera, documentadas en la Baja Edad Media; o las ermitas de la Santa Cruz y la del Cristo de la Salud o el Hospital de la Vera Cruz, de la Edad Moderna. Elementos arquitectónicos que evidencian, como recoge la propia obra, "un rico patrimonio cultural y artístico derivado de una profunda devoción religiosa en una pequeña y próspera villa de la archidiócesis de Toledo".