El sector olivarero de Castilla-La Mancha se encuentra ya en la recta final de la campaña, de manera que conel final del mes de enero se habrá recogido la mayoría de la cosecha. Tendrá una cal y otra de arena. De un lado, el aumento de la producción que ya se anticipó como consecuencia de las lluvias registradas a lo largo del año; de otro, un descenso considerable del precio del aceite de oliva.
Desde que comenzó la campaña, el importe que se paga por este producto se ha desplomado. Ha bajado un 40 por ciento, pasando de los 6,50 euros el litro que se pagaba en el mes de octubre a los 5,16 de la semana del 2 al 16 de enero, según lo ha contabilizado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
«Veníamos de dos campañas cortas y ya hay una campaña normal, por lo que los compradores han aprovechado para bajar los precios», detalló a La Tribuna el portavoz de la Sectorial del Aceite de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, Gregorio Gómez, quien indicó que «los precios han bajado muy deprisa y, posiblemente, ya sean bajos de más».
Eso, del lado del agricultor, puesto que los precios señalados son los que se registran de media en los mercados, mientras que el precio de venta en origen, en las propias almazaras, se sitúa «entre los 4,20 y 4,50 euros, según la calidad, en el caso del virgen extra», a «unos cuatro euros el virgen» y a «unos 3,90 euros el lampante».
Estos precios, más moderados, han evitado que se registren las «barbaridades» que llegaron a verse en los estands de los supermercados, donde se llegaron a pagar 15 euros por un litro de aceite de oliva virgen extra de algunas marcas.
Por lo que respecta a la producción, las expectativas son buenas, las de una campaña «normal». Gómez detalló que la previsión es que en España se cosechen 1,3 millones de toneladas de aceituna, mientras que en Castilla-La Mancha podrían rondar las 130.000.
una campaña de recogida con pocos parones. «Este año no ha habido parones porque, desde que empezó la campaña en octubre, casi no ha llovido», explica. Solo han tenido que parar en estos últimos días en los que se han registrado algunas precipitaciones, si bien la campaña se ha desarrollado sin apenas interrupciones.
Lo que sí ha echado en falta el sector ha sido, nuevamente, más mano de obra. «Es un problema de la agricultura en general», lo que se trata de contrarrestar con un incremento de la mecanización en el campo.
Los aceites que se producirán en esta campaña serán «de mucha calidad» y se venderán no solo en la región, sino también fuera de nuestras fronteras, por ejemplo, a países como Francia. Los destinos finales suelen ser muy variados, aunque dependerá de «la oferta y la demanda».
Lo que sí constata el sector olivarero de Castilla-La Mancha es una menor dependencia de las compras que realizaba anteriormente Italia. «Las cosas han cambiado: antes, si no venían los italianos, íbamos mal; ahora, si no vienen, no pasa nada», concluyó el portavoz de la Sectorial de Cooperativas de la región.