El vicepresidente de la Diputación de Albacete, Fran Valera, se ha desplazado hasta Elche de la Sierra donde, junto a miembros del Equipo de Gobierno encabezados por su alcaldesa (y diputada provincial de Turismo), Raquel Ruiz, ha disfrutado del quinto y último encierro que se celebra en el marco de las fiestas en honor a la Virgen de los Dolores y al Cristo de la Consolación.
Una cita marcada en rojo en el calendario de la localidad, que espera impaciente cada septiembre para disfrutar de esta actividad que forma parte de las costumbres, la historia y la idiosincrasia de un municipio que es conocido como 'Cuna de los encierros', ya que están considerados como uno de los más antiguos de la zona (también se celebran durante sus Fiestas patronales). De hecho, cada año, son centenares las personas que se desplazan hasta este pueblo de la Sierra del Segura para vivirlos en primera persona, convirtiendo esta tradición en un importante agente de dinamización turística.
Así, pasadas las 10 de la mañana, los toros han sido conducidos desde el Corral Colorao hasta el pueblo, pasando por el Puente del Arroyo, el Estrecho de los Huertos, la Plaza Vieja, la Puerta de la Iglesia hasta la Plaza del Ayuntamiento. Un recorrido marcado por la emoción y la alta participación, así como por el color y la alegría que suman las peñas de la localidad. Algo que Valera ha comprobado en persona a lo largo de diferentes calles elcheñas.
En este sentido, el vicepresidente provincial ha destacado la implicación de los vecinos y vecinas en el desarrollo de sus fiestas, remarcando que vivir las celebraciones populares de cada localidad contribuye también al desarrollo de las mismas, y ha felicitado al Ayuntamiento en la figura de su alcaldesa, aludiendo "al inmenso esfuerzo" que, año tras año, vienen realizando para que esta festividad sea un éxito transversal, "y un gran escaparate tanto del carácter alegre y acogedor de nuestra ciudadanía, como del potencial cultural de nuestra provincia".
De hecho, ha recordado que estas jornadas son mucho más que una celebración, "son la exaltación de una identidad colectiva", al tiempo que ha aludido a su potencial turístico y económico, y también a la capacidad que tienen para convertirse en "espacios de encuentro" entre quienes viven en la localidad y aquellas personas que se marcharon, pero se siente parte de ella.
Además, Fran Valera ha señalado que recorrer la provincia a través de sus celebraciones populares es una forma de entender la diversidad y, a la vez, las similitudes que conviven en este territorio de la mano de tradiciones, ritos, costumbres… centenarias, incidiendo en la riqueza que, cada una de ellas, aporta al conjunto, "contribuyendo a hacer provincia y hacer más grande esta provincia".
Por ello, no ha dudado en reiterar el compromiso del Gobierno provincial presidido por Santiago Cabañero con cada localidad y con sus tradiciones y sus fiestas, apuntando que del mismo modo que es importante invertir en la mejora de los servicios e infraestructuras, también lo es hacerlo en la conservación, puesta en valor y difusión de este rico patrimonio local.