«Escribo lo justo, me gustan los cuentos cortos»

Antonio Díaz
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El albacetense Antonio Cifo acaba de publicar Zarandajas y lo demás son cuentos. Una obra en la que están muy presentes sus vivencias. El autor, que ahora reside en la localidad de Letur, comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades del libro

Antonio Cifo. - Foto: Ignacio Ave Hermosilla

El albacetense Antonio Cifo acaba de publicar Zarandajas y lo demás son cuentos. Un libro en el que están muy presentes sus vivencias. El autor, que ahora reside en la localidad de Letur, comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de la obra, que presentará en Librería Popular el 16 de octubre.

¿Su primer libro de relatos?

Sí, es mi primer libro de relatos, de cuentos, pero es mi segundo libro, porque ya edité una novela corta, Figura. Escribo lo justo, me gustan los  cuentos cortos. 

¿Cuantos cuentos recoge en la obra?

Hay 14 en total. Como cuatro o cinco zarandajas y el resto, cuentos cortos. Te pongo en antecedentes, yo he hecho muchas giras de teatro, también con el circo, que me interesó sobre manera, mucho más incluso que la parte actoral de teatro, cine o televisión, ya que a mí lo que me interesaba era el circo.  Yo nací en la calle Feria número 58, frente a los Jardinillos y mi patio de recreo era la Feria, porque mi madre alquilaba camas en el primer piso de mi casa, que estaba llena de feriantes y trabajadores del circo y la plaza de toros la tenía en la esquina, a la que entraba y salía como en casa. Tuve una infancia, entre feria y toros, que me marcó bastante. 

¿De esas vivencias y recuerdos vienen las zarandajas?

Eso es, las zarandajas vienen de los recuerdos de esas giras con el circo y el teatro, sobre todo por las Islas Canarias. Lo demás son cuentos que he ido almacenando en el cajón de mi mesa, hasta que me di cuenta que tenía unos cuantos ya, para editar un libro. Me he fiado de lo que me han dicho algunos amigos que los han leído.  

¿Qué temas le interesan?

El primer cuento, por ejemplo, es un homenaje a mi padre. En la portada libro se ve una fotografía de mi padre vestido de torero, en el callejón y justo a su lado está don Manuel Luna, conserje de la plaza de toros en esa época. A mi padre lo llamaban El Peluso y cuando murió, ya sabes lo que pasa con los apodos, lo heredé yo. Así, en ese primer cuento invento un lugar donde situarlo vestido de torero, en un tablao flamenco, donde le dan trabajo para que, vestido de torero, dé dos capotazos, con el cuadro flamenco, y así se gana un sueldecito. Él cuenta algunas historias y batallas. En el segundo cuento es como si él y yo hubiéramos coincidido en un bar. Otros relatos son de amor, desamor,  historias truculentas de violencia, de todo tipo. 

¿El material lo reunió a lo largo de los años?

El material lo reuní a lo largo de toda una vida. Mi primer cuento, El amigo, más o menos, es de finales de los años 70. He estado 35 o 40 años para escribir 14 cuentos. Lo que me he dado cuenta, a lo largo de tantos años, es que tenía soltura y desparpajo a la hora de escribir. Lo tengo incluso de palabra, porque puedo estar, tranquilamente, un par de horas charlando, contando anécdotas y matando a la gente de risa. También he heredado esta rara habilidad como comunicador de mi padre y eso lo he trasladado a la  escritura. Yo no me considero escritor, soy un advenedizo a la escritura que, de repente dice, ahora no tengo a nadie que me escuche, pues voy y lo escribo, y es lo que he hecho.  

¿Habrá presentación?

Sí, está cerrada, en la Librería Popular. Será el 16 de octubre. 

Novela corta, relatos. ¿Habrá una tercera obra?

En absoluto, porque ya tengo 70 años. Entonces, me he propuesto un reto muy importante. Siendo de Albacete, a los ocho años desaparecí de mi calle, de mi barrio, casi para siempre. Primero estuve seis años en un internado,  y de allí con 15 años partí para Barcelona y nunca más he vuelto a vivir en Albacete. Ocasionalmente he vuelto a la Feria y he tenido, por circunstancias de la vida, cierto desarraigo, porque el destino se ocupó de mandarme a otros sitios. Como he oído hablar que Albacete fue el centro de las Brigadas Internacionales y empecé a investigar y me he propuesto escribir una novela. Voy a atreverme, porque estoy en el proceso de documentación y será ficción basada en acontecimientos reales. Pero todavía está en los primeros pasos.