Francisco J. Martínez

CARTA DEL DIRECTOR

Francisco J. Martínez


El grito ahogado del campo

04/02/2024

Los agricultores franceses dieron el pistoletazo de inicio de las movilizaciones de agricultores y ganaderos que ya no pueden más con las normativas cada vez más restrictivas aprobadas por la Unión Europea para producir alimentos para los ciudadanos. En España, las movilizaciones comenzaron en Castilla y León de forma espontánea y se anuncian nuevas protestas para la próxima semana y la siguientes, sin duda muy tardías. Las movilizaciones nacen ya sin la fuerza necesaria para reivindicar los derechos de agricultores y ganaderos. Tanto Ministerio como UE tienen marcada su hoja de ruta y poco o nada se van a mover en sus postulados cada vez más radicales hacia el ecologismo extremo. Eso se traduce en que los países miembros de la UEcada vez producen menos alimentos y se importan esos productos de países foráneos. Esta política tiene dos efectos perversos para el mercado agroalimentario europeo. Por un lado, la UEdeja de ser autosuficiente alimentariamente hablando -el ejemplo lo tenemos en la guerra de Ucrania, que tensionó los mercados de cereales-. Por otro, la UEtiene acuerdos comerciales con determinados países que están exentos de aranceles para exportar sus productos y éstos son cultivados o alimentados -en el caso de los animales de carne- con tratamientos terminantemente prohibidos para los productores europeos. Es la hipocresía que la UE persigue con la Agenda 2030 -cero emisiones-. Los objetivos se consiguen, pero no en los países de los que se importa.
Las protestas de los agricultores y ganaderos están justificadas, pero mucho me temo que sus gritos angustiosos se quedarán ahogados en la burocracia de la UE, cada vez más lejos de los ciudadanos.