Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Lo obvio

17/01/2025

No se sabe con por qué mecanismos lo obvio deja de ser obvio. El raciocinio se nubla, la lógica se altera, la estética pierde sentido, las emociones se entremezclan y las palabras se convierten en signos feroces. Todo el mundo debiera tenerlo claro: un viaducto cruzando el río Tajo a la altura de Safont es un disparate que no debiera ni plantearse. Y sin embargo en el paso de trenes por Toledo, camino de Extremadura o Lisboa, las interpretaciones se lían y se retuercen, lo que es obvio deja de serlo y lo evidente necesita explicación.  Y es que, al parecer, los técnicos que confeccionan proyectos en el caso de trenes a su paso por Toledo no se les ocurre nada más que proyectos con impactos visuales y medioambientales uno más invasivo y otro un poquito menos, uno más caro y otro más barato, pero no mucho. Debe ser que los disparates  son igual de costosos.
La ingeniería podría formar parte de las bellas artes. Claro, que habría  que cambiar algunos de los postulados con los que muchos ingenieros trabajan. El principal: no existen obstáculos en la naturaleza que no puedan ser superados aún a costa de lo que sea. Un planteamiento así,  tan prepotente y soberbio, se olvida de que la técnica y la sabiduría tienen que estar  al servicio del progreso humano matar la naturaleza. Si el progreso hiere y mata la naturaleza no es progreso. Una forma de mimar la naturaleza consiste en que los proyectos que se realizan no alteren el orden estético y visual que se ha construido durante milenios. Y si se trata de una ciudad declarada patrimonio de la humanidad el trabajo debe ser exquisito.  El progreso deja de serlo si se hace a costa de cuanto ha construido la naturaleza o es el resultado equilibrado de la acción humana. En Toledo ambas actuaciones se  aliaron para conseguir un resultado inmejorable, aunque podría haberlo sido más sí lo obvio no se hubiera pasado por alto y lo que era evidente no hubiera dejado de serlo por intereses disparatados, incapacidades coyunturales o desidias ciudadanas. Todos, ciudadanos, representantes políticos, asociaciones diversas, técnicos de diferentes especialidades deben trabajar en esta ocasión para reducir al máximo cuantos efectos negativos puedan incidir sobre Toledo. Bastantes desastres urbanísticos, arquitectónicos y otros acumula ya la ciudad.