l Real Madrid ha perdido este jueves por 83-92 frente al Zalgiris Kaunas durante la jornada 15 de la liga regular de la Euroliga, con gran papel del escolta estadounidense Lonnie Walker IV entre las filas visitantes, sumiéndose los madrileños de nuevo en la crisis que parecían haber superado con su reciente triunfo ante el Unicaja de Málaga.
Walker ya acaparó mucho protagonismo en el WiZink Center desde el comienzo, acertando desde más allá del arco, mientras que en defensa era Laurynas Birutis quien intimidaba. Le costó a Facu Campazzo anotar su primera canasta en juego, superando por alto esos 2,13 metros del pívot titular de un Zalgiris con ánimo de liarla en el feudo de la calle Goya.
Lo evidenció un gran tapón del propio Birutis a Gaby Deck, poniendo nervioso al Real Madrid. Sobrevivían los merengues desde la línea de tiros libros, sobre todo por obra de Walter 'Edy' Tavares y de un Mario Hezonja con cara de reivindicarse tras su expulsión en la anterior jornada, rifirrafe incluido a través de las redes sociales.
Pero en la recta final del primer cuarto, sendos triples de Matthew Mitchell y Deividas Sirvydis pusieron por delante al cuadro lituano y apagaron a Hezonja, a Tavares, a Campazzo y compañía. Tampoco brillaba Alberto Abalde, encomendado a frenar al estelar Lonnie Walker y que se cargó bastante pronto con dos faltas personales.
Al poco de empezar el segundo cuarto, Walker volvió a ver aro y Alen Smailagic estrenó su cuenta de puntos para impulsar una racha que situó 26-43 arriba al Zalgiris. Y es que Sylvain Francisco también se había sumado al festival visitante con los triples, habiendo acertado 10 de 15 lanzamientos en esa estadística cuando se marcharon al descanso (38-54).
Una falta técnica a Sergio Llull por protestar una falta en ataque de 'Edy' Tavares, junto a una falta antideportiva de Eli John Ndiaye y otra técnica al banquillo, caldeó el ambiente del recinto justo antes de irse a vestuarios. No obstante, los pupilos de Chus Mateo volvieron a la cancha con aire distinto y lo dejaron claro mediante un parcial de 6-0.
Una segunda técnica al banquillo, tras no apreciar los árbitros tapón ilegal de Birutis en una penetración de Campazzo, amagó con desconectar a los locales nuevamente. No ayudó que Deck fallase más tarde dos tiros libres ni que Francisco metiera un triple, pero Abalde despertó de su letargo para responder con un triple lateral y limar distancias (49-58).
Las quejas en el bando madridista siguieron tras una falta cometida por Deck y que para colmo provocó la expulsión de Chus Mateo, con 49-60 en el marcador y quedando 4:15 para zanjar el tercer periodo. En medio de todo el barullo se esperaba que otras armas madridistas aparecieran, un contexto idóneo para que hombres como Dzanan Musa se envalentonasen.
Pero el alero bosnio, con escaso ritmo tras su lesión, aportó a puras rachas y con alguna que otra combinación con Campazzo, igualmente por debajo de su nivel común. Para evitar sustos, Ignas Brazdeikis coló un triple en el tramo final del tercer periodo (58-69) y cuajó bien varios ataques con Smailagic para el arranque del cuarto y último acto.
Viéndose 18 puntos arriba (60-78), los pupilos de Andrea Trinchieri tuvieron que lidiar con un arreón de pundonor en el Real Madrid, guiado desde el poste bajo por Tavares y en la 'pintura' por Deck y su compatriota Cammpazzo, junto al fugaz emerger de Xavier Rathan-Mayes desde lejos.
Pese a acercarse a 69-80, fue un espejismo, como también lo fue ir 80-88 a menos de minuto y medio para la conclusión. Ni el WiZink, ese pabellón que tantas y tantas veces ha empujado a los suyos a remontadas heroicas, creía esta vez en el milagro contra un Zalgiris sólido atrás cuando los jugadores merengues merodeaban la bombilla.
La mala hoja de tiros lejanos condenó a una Real Madrid que después de esta derrota se colocó con un balance de 6-9, todavía fuera incluso de la zona del 'play-in'. En cambio, los lituanos se ubicaron de manera provisional en la sexta posición de la tabla, con un registro de 9-6.