Samuel Navalón afronta con ilusión un importante invierno

Pedro Belmonte
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El nombre del torero ayorino se encuentra entre los candidatos para actuar en las Fallas valencianas

Samuel Navalón, el día de su alternativa en la Feria de Albacete. - Foto: José Miguel Esparcia

Se comienzan a organizar las primeras ferias importantes de la temporada española y algunos toreros de nuestra tierra se encuentran entre las combinaciones posibles. Este es el caso de Samuel Navalón, quien, tras su alternativa y posterior confirmación, donde consiguió una importante oreja que le debe valer para entrar en las ferias, como es el caso de las Fallas Valencianas, en las que su nombre se encuentra entre los posibles integrantes de algún cartel del serial.

Hemos hablado con Navalón que está a punto de marchar de nuevo hasta tierras salmantinas, donde pasa el invierno y casi toda la temporada, excepto en estas fechas que vuelve hasta Ayora para disfrutar con su familia y amigos.

 «El invierno se hace largo porque uno está deseando que llegue la temporada para torear, pero considero que es fundamental para dar un salto en la evolución y madurez de un torero. En el momento en que me encuentro creo que es un invierno muy importante para mí en el que pretendo evolucionar como torero, seguir creciendo y cuando comience la temporada, que pueda verse una madurez personal delante del toro como profesional. Estoy de acuerdo con el dicho de que las orejas se cortan en invierno y se pasean en verano, porque cuanto más uno se esfuerce, las recompensas vienen en tono mayor».

A pesar de las fiestas, sin dejar de entrenar. «Hay que torear mucho de salón y entrenar y cuando se puede hacer campo todavía es mejor para no perder el contacto con el animal. He pasado los meses de noviembre y diciembre en Salamanca, he vuelto a casa por Navidad, sin estar desconectado, y cuando pasen reyes, me vuelvo otra vez para allá y volveré a hacer este invierno mi cuartel general. Me he organizado bien el tiempo para en estos días poder disfrutar de la familia y los amigos y me volveré a Salamanca con las pilas cargadas y feliz».

Su deseo para los Reyes Magos. «Le he pedido a los Reyes sobre todo salud y felicidad para mi y los que me rodean y si puede ser, muchos triunfos». Su nombre suena para Fallas. «No te puedo decir nada sobre Fallas porque, aunque me gustaría saberlo, todavía no lo sé porque va la cosa despacio y además yo no tengo prisa, por lo que me dedico a mis entrenamientos, cuidar mi preparación, porque creo que es de lo que me tengo que preocupar y cuando comencemos, que me pille preparado y sea capaz de aprovechar al máximo las oportunidades que vengan. Ojalá que comience pronto porque estoy ansioso de vestirme de luces y Valencia sería una plaza bonita para comenzar la temporada».

Debe servir la oreja de Madrid. «Yo creo que me servirá esa importante oreja y sé que mi apoderado Nemesio Matías se está encargando de todo esto. Cortar una oreja en Las Ventas todos sabemos la importancia que tiene y, aunque ya es pasado, ojalá y me sirva para allanar un poco el camino de cara al arranque de temporada. Estoy deseando volver a Madrid ya que para mí es una ilusión muy grande y a día de hoy, uno de mis sueños es poder volver a torear en Las Ventas y conseguir un triunfo en esa plaza, por lo que estoy centrado en mi evolución para ir mejorando, pero ya digo que Madrid es la meta que tengo, el triunfo en esa plaza». Asimilar los cambios que se han producido en este año y pico desde su debut con picadores hasta su confirmación en la primera plaza del mundo.  «Una vez tomada la alternativa y confirmada después, todavía no me creía que era matador de toros y ahora que ha pasado un poco de tiempo, sigo sin creérmelo, pero ya se va afianzando en mí esta idea. Me lo creo sobre todo en mi compromiso con la profesión y en mi exigencia conmigo mismo».

Con 20 años, los toreros deben renunciar a parte de su juventud, con lo que ello lleva consigo. «Creo que no me estoy perdiendo nada, porque tengo la suerte de vivir cosas maravillosas que yo he elegido y esta profesión es lo más grande que tengo además de mi familia. Esta profesión me hace muy feliz y, como todo en la vida, te pide unos sacrificios porque en el toreo hay que estar muy metido en él, con mucha disciplina, pero es lo que he elegido y creo que no me estoy perdiendo nada, tengo salud y puedo disfrutar de la profesión y del resto de cosas».

Una profesión en la que el esfuerzo es necesario siempre, para poder mantenerse arriba. «Cuando tomas la alternativa no significa que hayas terminado la carrera, sino que la empiezas, y ahora es cuando tengo que poner todo de mi parte para lograr alcanzar mi sueño que es ser figura del toreo y para ello hay que estar plenamente dedicado al toro y llegar a alcanzar un nivel que solo se puede llegar con todo el trabajo del mundo. Soy consciente de ello y continuamente me lo repito».

América para más adelante. «No es fácil ir a América y este año no ha surgido. Me ilusiona muchísimo y estoy convencido de que antes o después pueda ir y aunque este año no haya surgido, cuando pase esta temporada que empezará, dar los motivos suficientes para que el próximo año pueda ser».