En uno de los días más importantes para el sector turístico español, el de la inauguración de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur), el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicaba también su encuesta de ocupación hotelera correspondiente a diciembre de 2023, que permite hacer ya un balance anual.

El informe deja datos muy positivos para el sector, tanto en la capital albacetense como en la provincia, con subidas generalizadas de las pernoctaciones acumuladas y todas las cifras de negocio. Sin embargo, el análisis de los grados de ocupación de las plazas por meses y las previsiones para el año en curso confirman una tendencia habitual en Albacete y otras zonas que no son de referencia, combinándose en el año periodos de demanda muy baja con otros momentos puntuales en el que los principales eventos del calendario dejan en más que insuficiente la oferta de plazas. 

«Son cifras muy buenas, todo lo que suponga subir es positivo y eso indica que nos hemos recuperado después de la pandemia y hay que seguir trabajando en todos los ámbitos para que la tendencia siga siendo positiva», apuntaba como balance del año Begoña Garijo, gerente de la Asociación Provincial de Empresarios, Hostelería y Turismo (Apeht), apuntando después que efectivamente «en la capital nos quedamos sin camas en cuanto hay algún evento importante».

«Todo lo que se organice es bueno para nosotros», señalaba en cualquier caso respecto a esas actividades que llenan los hoteles, «porque luego hay meses flojos, como suelen ser por ejemplo febrero y marzo».

En cualquier caso, de acuerdo a Garijo, no hay novedades sobre la posibilidad de que se abran nuevos establecimientos en la ciudad en el futuro cercano, pese a los rumores surgidos en los últimos meses, en los que incluso trascendieron anuncios de hoteles albacetenses a la venta en los portales más populares del sector inmobiliario.

Por otra parte, un simple vistazo en las principales páginas de reservas confirma las palabras de la gerente de Apeht acerca de los eventos. Por ejemplo, ya es prácticamente imposible conseguir una habitación, sea en hoteles o apartamentos turísticos (sector que también va al alza) para las noches del 21 y 22 de junio, fin de semana en el que coincidirán la celebración del festival Antorchas y las oposiciones de maestros de Primaria, en las que Albacete será una de las sedes, como es habitual.

Lo mismo ocurre en las búsquedas para los dos fines de semana de la Feria de septiembre. Los portales especializados indican que el porcentaje de reserva de las plazas disponibles supera el 95% y las únicas opciones, salvo alguna habituación suelta, con casas rurales en el entorno del núcleo urbano o localidades cercanas, con precios muy altos, o pisos que no tienen aún ninguna valoración de clientes. Mientras, comienzan a aparecer ofertas de particulares que ofrecen sus viviendas o camas en ellas a través de redes sociales o plataformas de compraventa.

Todo ello ocurre pese a que el Instituto Nacional de Estadística señala un incremento de los establecimientos abiertos  en la comparación con 2022. En el caso de la capital suma 20, dos más que en el año previo, aunque su apertura ha supuesto un exiguo incremento en el número de plazas disponibles, tan solo 17, hasta un total al cierre del año pasado de 2.224.

Los establecimientos abiertos son dos menos que los 24 disponibles en 2019 y cuatro que los 26 que abrían sus puertas hace un decenio, en 2013, como ya informó La Tribuna. En esa comparación, las plazas ofertadas han caído casi un cuatro por ciento con respecto al año previo a la pandemia, cuando se sumaban 2.316, y un 12% en los últimos 10 años, al caer desde una cifra superior a las 2.500.

La otra cara de la moneda de esa estadística es que el sector ha mejorado notablemente su porcentaje de negocio, ya que el grado de ocupación por plazas apenas superaba el 20% en 2013 y el de los fines de semana era tan solo tres puntos superior. Esos porcentajes se han duplicado en 2023, con un 36,3% y 44,3% respectivamente, guarismos casi calcados a los de 2022, pero que aún quedan por debajo de los de 2019, cuando se llegó al 54% en fines de semana.

En cuanto a la mencionada estacionalidad, en el pasado año solo se superó el 50% de ocupación global en el mes de septiembre (51,1%), mientras que el segundo mejor resultado correspondió a junio (45,4%) y otros cuatro quedaron por debajo del 40 por ciento (enero, julio, agosto y diciembre). En el caso de los fines de semana, el 60% de ocupación se batió en cuatro meses (marzo, septiembre, octubre y noviembre) y se rozó en junio, mientras que el porcentaje más bajo fue del agosto, quedando en un 39,9%.

Las cifras sobre el negocio de los establecimientos hoteleros de la capital se completan con un importante incremento del personal empleado, que creció un 25% en la comparación interanual, al pasar de 162 a 203 trabajadores. La cifra, en cualquier caso, queda aún un 20% por debajo de los 255 contabilizados al cierre de 2013.

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