«La inteligencia artificial ayuda a lograr diagnósticos»

Dolo Cambronero
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Graduada en Ingeniería de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Valencia, con un máster en Ingeniería Biomédica y un doctorado, la joven albacetense Ana Jiménez Pastor, de 30 años, se ha especializado en inteligencia artificial

Ana Jiménez, especialista en Inteligencia Artificial. - Foto: José Miguel Esparcia

Ana Jiménez Pastor (Albacete, 1994) es la responsable de inteligencia artificial en la empresa valenciana Quibim, en la que empezó a trabajar en el año 2017. Dentro del ciclo StartupBeer, la  joven impartió recientemente en la capital albacetense una charla sobre las aplicaciones que puede tener esta herramienta en el ámbito de la medicina.   

¿Cúales son las posibilidades de la inteligencia artificial en el ámbito de la medicina?  

La inteligencia artificial puede ayudar ahora mismo principalmente en dos áreas de la medicina: por un lado, para conseguir un diagnóstico más temprano; y por otro lado, para la selección de un tratamiento o de otro, avanzando en llamada medicina personalizada. Con la inteligencia artificial podemos ir más allá de lo que puede ver el ojo humano.

¿Cómo se hace concretamente?

En nuestro caso, utilizamos imágenes médicas radiológicas como TAC, resonancias... Usamos grandes cantidades de datos de pacientes que ya han pasado por la enfermedad para que los modelos de inteligencia artificial aprendan y encuentren relaciones para, por ejemplo, identificar de manera temprana un cáncer. Y así, cuando veamos esos patrones en un paciente nuevo, podremos decir que tiene cáncer.   

¿Y en el ámbito de los tratamientos médicos?

Nosotros trabajamos mucho con la industria farmacéutica y con hospitales. Ellos tienen bases de datos de ensayos clínicos que ya han finalizado. Entonces, se trata de identificar a pacientes que han respondido bien a un tratamiento y a los que no lo han hecho para intentar ver si hay algo que los diferencia. Con esos datos, nosotros entrenamos los modelos para que encuentren esas características que distinguen a un conjunto de otro.

¿Con qué enfermedades están trabajando con estos modelos?

Sobre todo en oncología pero también trabajamos en neurología y en enfermedad metabólica. La empresa empezó en 2016 y la actividad comercial, en 2021. Hemos tenido mucha inversión en investigación y el año pasado lanzamos un producto para la detección del cáncer de próstata. Es un sistema de apoyo para ayudar a los radiólogos a diagnosticar si un paciente tiene este tipo de cáncer.

La inteligencia artificial también entraña riesgos. ¿Qué problemas puede suponer en este ámbito?

El problema en medicina puede ser que se utilice una herramienta que luego no funcione bien. Esto puede ser un riesgo para el paciente. Imagina que se utiliza una herramienta que está identificando cáncer cuando no lo hay o al revés. Aunque en medicina no puedes utilizar un modelo de inteligencia artificial, de igual manera que los fármacos, si no están aprobados por un organismo regulatorio. Lo importante es que lo que se utilice en un hospital esté certificado.

Como ocurre con todas las tecnologías, habrá gente que utilice la inteligencia artificial para hacer el bien, que esperamos que sea la mayoría, y habrá otros que lo usen para hacer el mal. Desde la Unión Europea se está trabajando para intentar regular todas estas herramientas.

¿Qué retos tienen en mente?

Estamos dedicando bastante investigación a intentar predecir qué le va a pasar al paciente en el futuro. De igual manera que podemos saber si tiene cáncer o no, queremos, partiendo de la información de los modelos, prever cómo va a evolucionar el paciente a lo largo del tiempo. Y ahí es donde entra la medicina personalizada de precisión, para la selección de tratamiento.  Si nosotros predecimos que va a evolucionar mal, le podemos aplicar un tratamiento más fuerte ahora, en lugar de esperar a ver cómo va evolucionando. Así, seguramente haya más probabilidad de que responda mejor de inicio. Esto es muy importante. Ha habido muchos años de investigación en el ámbito de la genética pero la imagen no se ha explotado tanto hasta ahora. Yo creo que es el momento de combinar distintas fuentes de información para desarrollar los mejores modelos.

¿Le gustaría regresar a Albacete?

Hay muy pocas empresas como esta en España. Entonces, ahora no me planteo volver a Albacete. Pero entiendo que poco a poco irán apareciendo más  grupos de investigación sobre inteligencia artificial dentro de la universidad. Nosotros hacemos muchas colaboraciones con hospitales y universidades. Si se diera la oportunidad, sería maravilloso hacer alguna colaboración con el hospital o el Campus de Albacete.  A mí me gustaría continuar trabajando en este campo, que está empezando prácticamente.