«He hecho todo lo que he podido por el TSJ»

Josechu Guillamón
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El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha durante los últimos 20 años dejará su cargo próximamente

Vicente Rouco, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha - Foto: Arturo Pérez

Vicente Manuel Rouco Rodríguez nació en la Puebla de Montalbán (Toledo) en 1958. Ingresó en la carrera judicial en el año 1982 y ascendió a magistrado en 1987. Ha sido juez de Primera Instancia e Instrucción en Barcelona, Málaga, Hellín y Villarrobledo, así como Juez de Vigilancia Penitenciaria de Albacete y Cuenca, magistrado de la Audiencia Territorial de Albacete y del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha desde su constitución en 1989. Destinado también como magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid. En 1996 fue nombrado presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC-LM, desde donde pasó a presidir el Alto Tribunal castellano manchego en el año 2005, cargo al que llegó en diciembre de 2004 en funciones y que está a punto de abandonar, después de 20 años.

Llegó usted a la presidencia en el año 2004, imagino que cuando llegó al cargo no esperaba que fuera a estar 20 años al frente del TSJ.

Ni mucho menos. Llegué al cargo en funciones, yo estaba en la presidencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo, desde hacía tiempo y  estaba muy a gusto. No entraba ni siquiera en mi cabeza el ser presidente del TSJ, nunca me lo había planteado, sinceramente lo digo. La ambición profesional que tenía era poder ir al Tribunal Supremo, de hecho pedí una plaza en 2003 y me incluyeron en la terna, quizá esa ha sido la ocasión en la que más posibilidades he tenido. El entonces presidente, Emilio Frías pidió una plaza en el Supremo y se la dieron, con lo que se produjo la vacante de la presidencia. En un acto en Toledo, al finalizar, se acercaron varios compañeros y uno de ellos era vocal del CGPJ y me dijo que tenía que pedir la presidencia del TSJ y ahí empezaron a hablar conmigo, comencé a dudar, se lo dije a mi mujer, que le gusta mucho Albacete y no quería irse a Madrid, y me animó a pedir la presidencia, también a mí me hizo ilusión y coincidiendo con la vacante la solicité, me hice cargo de la presidencia en funciones y al final me nombraron.

Llegó casi por casualidad.

No se puede decir que por casualidad, porque fue fruto de un proceso meditado, pero en principio no entraba en mis cálculos. De hecho, el día de mi toma de posesión dije que en mi vida había imaginado la posibilidad de presidir el Tribunal, cuando yo vine como juez y juré mi primer destino en la misma Sala, en la Audiencia Territorial.

Nunca imaginaba que me iba a hacer cargo de la presidencia del TSJ y mucho menos que iba a ser durante tantos años. Mi idea era estar como máximo siete u ocho años. Me hacía ilusión llegar al Supremo y nunca pensé en hacer un tercer mandato, me lo planteé y hablé con mis superiores y me alentaron a seguir en la presidencia, algo que no entraba en mis cálculos, por esa circunstancia la pedí. Después vino la pandemia y el bloqueo del CGPJ. Yo debía haber cesado en febrero o marzo de 2021 y estamos casi en marzo de 2025. Llevo más de 20 años en el cargo porque empecé en diciembre de 2024 en funciones, lo que me convierte en el presidente del TSJ más antiguo de España.

¿Cómo fue el inicio en funciones?

Como era candidato a la presidencia pensé que debía actuar de manera prudente, sin tomar decisiones importantes, pero era imposible, había que tomar decisiones, hacer la memoria, resolver problemas cotidianos, presidir la Sala de Gobierno, la Sala Civil y Penal y además de eso presidía la Sala de lo Contencioso y ponía sentencias, no daba abasto. Se tardó en hacer el nombramiento seis o siete meses.

 

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