Tessa es una pura sangre. Una joven y brillante abogada a la que le encanta ganar. Ha conseguido labrarse un camino desde sus orígenes, en la clase trabajadora, hasta llegar a lo más alto de su profesión, defendiendo, interrogando e iluminando las sombras de la duda en cualquier caso. Un acontecimiento inesperado la obliga a enfrentarse a las líneas que separan el poder patriarcal de la ley, la carga de la prueba y la moral. La obra Prima Facie se podrá ver mañana, a las 20 horas, en el Teatro de la Paz. 

¿Llevará la obra por todo el territorio nacional?

Ya llevamos tiempo girando y la vamos a llevar un poquito más.  

¿El reconocimiento se gana con el tiempo?

Sí, creo que la respuesta más adecuada es que sí. El tiempo y la dedicación hace que la gente acabe viéndote con un poco más de reconocimiento, aunque no creo que a veces se cumpla, porque también ocurre que pasa el tiempo y el reconocimiento no llega. Pero si tienes la suerte de estar en proyectos grandes a lo mejor sí se cumple. 

¿Este proyecto sí que le importa mucho?

Claro que sí. El mensaje principal de la obra es que tenemos un sistema legal que no apoya a las víctimas de agresión sexual, creo que sería lo más importante que cuenta la obra. 

¿Y ese grito contra el maltrato es algo que hay que hacer? 

Sí, creo que es un grito necesario y que el momento de esta sociedad debería hacer conjuntamente, la verdad.

¿Qué prefiere la grandeza del cine o ese soltarse sin red del teatro?

A mí me parece que el teatro también tiene mucha grandeza, entonces no puedo elegir entre estas dos cosas. Lo que sí puedo decir es que lo que más me importa es elegir la mejor historia. Yo te diría que a mí me gustan los lugares donde pueda contar algo que me motive, que me mueva y que me haga sentir que lo que estoy contando es importante. Eso te diría.

¿Tiene un sexto sentido para saber elegir cuáles son esos papeles que te van a favorecer en tu trayectoria profesional?

Pues a veces aciertas y otras no. Siempre me guío mucho por una especie de intuición como a veces siempre digo que es más el cuerpo el que toma esas decisiones por mí y que no soy tanto yo la que elige, porque cuando leo algo el cuerpo me responde de una manera o de otra como diciendo aquí métete y aquí no me apetece. A veces te equivocas porque lees un texto o un guión y te puede parecer que es muy bueno y el conjunto con la dirección y los compañeros no genera esa energía necesaria como para que te sientas de eso que estás contando va a funcionar.  

¿Siente que está ahora en la cresta de la ola?

En la cresta de la ola no lo sé, pero que estoy en un buen momento sí que lo pienso, porque miro hacia atrás y veo a la niña de 14 años que quiere ser actriz. 

¿Se han ido cumpliendo muchas de tus metas?

Sí, tengo la suerte de haber podido hacer muchas de las cosas que quería hacer. De hecho yo siempre me decía antes de morir que quería hacer un monólogo, pensaba que no iba a ser tan pronto, pero también era uno de los retos que yo tenía claro. Me siento muy afortunada de haberlo realizado. 

¿El Goya le espera dentro de poco?

La verdad es que no pienso mucho en eso, porque si trabajas pensando en el Goya es porque piensas más en ti que en los proyectos. Ojalá lo tenga algún día, pero no es algo que me quite el sueño. 

¿Las series están en un momento de eclosión y hay algunas como Antidisturbios es una de las mejores? ¿Ha tenido la sensación de que te equivocaste en algún proyecto?

Si te digo la verdad eso nunca me ha ocurrido, porque me siento afortunada y no me puedo quejar.