El Festival Alterna de El Bonillo, que bajó el telón en la madrugada de hoy, casi con las primeras luces, es un acontecimiento internacional por partida doble. Primero, porque los artistas proceden de los cuatro puntos cardinales y segundo, porque como todo el mundo sabe, desde Albacete hasta Vulcano, este municipio es una nación soberana.

La primera jornada, la que empezó el viernes y terminó casi con la alborada del sábado, tuvo 'momentazos' de sobra. Entre ellos, se pueden citar trash metal de Ángelus Apátrida, el aguerrido punk 'pata negra' de los suecos Baboon Show, el hardcore de Soziedad Alkohólika, el rap metal de Def Con Dos o los inclasificables Dubioza Kolektiv, una auténtica coctelera sonora que mezcla reggae, hip-hop, ska y el rock más guitarrero con el folklore de los Balcanes.

El segundo día, que empezó ayer   por la tarde y acabó casi con las primeras luces de este domingo, vino 'cargadito' de propuestas sonoras llegadas casi todas la periferia ibérica. El punk y ska sin complejos de Trashtucada, más punk con los incombustibles y curtidos El Último Ke Zierre y Kaotiko, el rap de los Chikos del Maíz, la mezcla de hip hop, electrónica, ska y rock de Zoo, el rap metal de Narco, la mordacidad de las letras de Son of Aguirre & Scila y, de traca final, el jolgorio irreverente de Me Fritos and the Gimme Chetos, capaces de convertir una canción de Camela en un 'hit' que no desentonaría en un bolo de Rage Against the Machine.