El Teatro Circo de Albacete se convirtió ayer en uno de los grandes escenarios de la danza internacional gracias a la brillantez de Esteban Berlanga.
El bailarín albacetense, con la celebración de su cuarta gala Mi arraigo, vuestra danza, volvió a demostrar su talento como director artístico y su compromiso con la ciudad que lo vio nacer.
Bajo su visión, el escenario se transformó en un universo donde la danza clásica y contemporánea se fusionaban de manera sublime, creando una experiencia estética inolvidable.
Berlanga, con su ojo clínico y su sensibilidad artística, seleccionó a un elenco de bailarines de primer nivel que, junto a jóvenes promesas, ofrecieron interpretaciones técnicamente impecables que conmovieron al público.
La vela contó con figuras como Elena Vostrotina, solista del Ballet de Zurich; Nancy Osbaldeston, bailarina del Ballet de Tolouse; Jon Vallejo, estrella con trayectoria envidiable, junto a talentos emergentes, como Daniel Ramos, Bianca Teixeira y Paula Comitre.
La gala no solo fue una muestra del talento de los bailarines, sino también un reflejo del propio recorrido artístico de Berlanga. Desde sus inicios en el Ballet Nacional Inglés hasta su actual posición como primer bailarín del Ballet de Zurich, el artista albaceteño ha recorrido un largo camino que lo ha convertido en una figura de referencia en el mundo de la danza.
Es destacable el compromiso de Berlanga con su tierra y su fundación, trabaja incansablemente para fomentar el talento joven y enriquecer el panorama cultural de Albacete, de lo que es claro ejemplo la gala que se celebró ayer.