Las relaciones entre las parejas albacetenses se consolidaron en 2023. Los últimos datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística sobre divorcios y separaciones correspondientes al ejercicio pasado muestran una tendencia a la baja en el número de divorcios formalizados en 2023 respecto a los de 2022, aunque subieron las separaciones. Así, el pasado año se contabilizaron en la geografía provincial 605 divorcios, un siete por ciento menos que los que hubo en 2022, que fueron 650. En cambio hubo 19 separaciones, un 46% más que las 13 del año anterior, 21 hubo en 2022.
De los 605 divorcios que hubo en 2022 en la provincia de Albacete, la mayor parte, 495 fueron de mutuo acuerdo y en 110 casos el proceso acabó en la vía contenciosa. Por lo que respecta a la duración de los matrimonios que se rompieron mediante divorcio, fueron mayoría los de 10 y más años, con 413, mientras que de entre dos y nueve años se disolvieron 162 y de menos de dos años fueron 30, una cifra no obstante ésta última que duplicó a los 14 del año anterior.
Por otra parte, la mayoría de las parejas que se divorciaron, 244, no tenían hijos, mientras que 204 tenían dos o más descendientes, 145 un hijo y 12 tenían un hijo mayor.
Asimismo, en la mayoría de los divorcios, en 570, no había separación previa de los cónyuges y en 35 casos sí.
El grueso mayor de los divorcios que se materializaron el año pasado en la provincia entre cónyuges de diferente sexo, los esposos y esposas tenían entre 45 y 64 años (328 en el caso de los varones y 299 en el de las mujeres); seguidos de cerca por el tramo de edad entre los 25 y 44 años (edad que tenían los varones que rompieron, frente a 260 féminas divorciadas).
En cuanto a las custodias de los hijos, la mayoría, 195, fueron para las madres, 128 se estableció que fueran compartidas entre la madre y el padre, 11 quedaron en los padres y en 257 se determinó no procedía ejercer la custodia.
Por lo que respecta a las separaciones, la mayoría, en concreto, 17 de 19 fueron por la vía amistosa y sólo dos acabaron en los tribunales. La mayoría de parejas que se separaron, 13, llevaban más de 10 años de convivencia y en 12 casos no tenían descendencia. Y al igual que en el caso de los divorcios, la edad predominante de los cónyuges que decidieron romper su relación oscilaba entre la cuarta y sexta década de la vida.
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