Otra opción con la que cuenta Cáritas Diocesana de Albacete para facilitar el acceso a la alimentación de personas con una mayor exclusión son los que están en la calles, las personas Sin Hogar, a los que se les entregan vales por importe de 10 euros, «ya que necesitan de un mayor control y de una mayor inmediatez, es decir, que son personas que no pueden esperar la recarga de una tarjeta ni que les toque turno en el economato», indicó Ana López, coordinadora de Programas de Cáritas, que aclaró que «estos vales de compra se tienen que gastar en un determinado supermercado».
«También se utiliza bastante para personas que no tienen un domicilio concreto o para personas con necesidad pero que están de paso en la ciudad, como ocurre en la época estival con los temporeros que vienen a Albacete», agregó.
Normalización. Cáritas acompañó el pasado año en la provincia a casi un centenar de personas que no tienen un hogar, mediante diferentes acciones. A través de las Cáritas Interparroquiales de Caudete, La Roda, Almansa, Villarrobledo y Hellín, Cáritas brinda cobertura inicial y apoyo a personas en situación de sin hogar. En la capital, a través del programa Café Calor, un equipo de voluntarios acompañan una noche a la semana a personas que viven en la calle. A nivel nacional Cáritas ayudó a 42.336 personas Sin Hogar.
López aseguró que «con todas estas herramientas cubrimos todas las posibles necesidades y perfiles de familias, desde una situación más normalizada a otras de exclusión más severa, lo que tienen en común es que en todas ellas se normaliza el acceso a la alimentación». No obstante reconoció que en algunas Cáritas Parroquiales de la provincia de Albacete están todavía utilizando la vía de la entrega directa de alimentos a familias vulnerables.