Había que ganar para tomar aire, cortar la mala dinámica y sobre todo hacer bueno el empate de Valladolid. Y eso es lo que hizo el Albacete ante el Racing. Los de Rubén Albés superaron a un auténtico equipazo a base de sacrificio y esfuerzo. Los goles de Manu Fuster y Jonathan Silva sirven para dar vitamina a un equipo que la necesitaba más que nunca.
Y eso que el Racing de Santander empezaba muy enchufado y daba el primer aviso a los tres minutos con dos ocasiones consecutivas. La primera en un lanzamiento cruzado de Iñigo desde la frontal que Bernabé mandaba a córner. En el saque de esquina, Arana remataba completamente solo en el segundo palo y el balón, tras superar a Bernabé, lo sacaba con la cabeza Higinio en la misma línea de gol.
Los jugadores de José Alberto López dominaban en los primeros minutos, ante un Albacete que juntaba líneas en su campo y defendía con Olaetxea como un central más, y Riki y Medina por delante. Incluso la línea de tres atacantes se metía en campo propio, por lo que el Racing estaba cómodo y con la defensa muy adelantada.
El plan de partido de Rubén Albés estaba claro en los primeros 20 minutos. El Alba cedió el cuero al rival, se defendió con garra y los blancos se complicaban poco a la hora de sacar el esférico. Tocó esperar 25 minutos para ver el primer disparo a portería del Albacete y fue obra de Higinio en una buena contra. Tras un robo en el carril diestro, Juanma se iba con cierta libertad sin nadie que le siguiera y tras alcanzar el campo del Racing, levantaba la cabeza y cambiaba a banda contraria por donde entraba Higinio cerca de la frontal. El de Calasparra controlaba, y sacaba un latigazo con la derecha. El balón salió centrado y Ezkieta atrapaba sin demasiados problemas.
Los blancos parecía que antes de la media hora se sacaban el dominio de su rival y poco a poco ganaban metros para crear cierto peligro. Glauder remataba de cabeza un córner y el portero del Racing se tuvo que lanzar al verde para detener. Y con la primera mitad finalizando el Albacete tuvo otras dos buenas ocasiones. La primera en las botas de Higinio. que sacaba un derechazo que Jokin Ezkieta atajaba con una buena intervención.
La segunda llegaba justo en el 45 y fue mucho más clara. Fuster iniciaba una contra por la izquierda metiendo un gran balón para la subida de Julio Alonso. El lateral llegaba hasta línea de fondo y sacaba un gran centro al primer palo. Por allí, Higinio se adelantaba a Manu, lograba tocar de cabeza para que el balón saliera al segundo palo y Juanma que entraba con todo, y sin oposición, remataba algo forzado y mandaba el cuero a las nubes. Al descanso se llegaba con el (0-0) inicial.
La segunda mitad arrancaba con los mismos protagonistas y con un Alba que quiso hacer daño desde el principio. Tras varios centros peligrosos al área sin rematador, Julio Alonso vio como un defensor mandaba a córner su peligroso disparo desde dentro del área. Fuster tras el saque de esquina probaba fortuna con un lanzamiento con el interior al palo largo y Ezkieta con un paradón mandaba de nuevo a córner.
El propio portero se convirtió en protagonista evitando un minuto más tarde el gol de Agus Medina en otro disparo escorado del futbolista del Albacete que Ezkieta despejaba con los puños. Mientras que Álvaro Rodríguez en el minuto 51 intentó repetir el lanzamiento de falta de hace 15 días contra Cartagena, pero esta vez el disparo se marchaba por encima del larguero.
Gol merecido
Los futbolistas de Rubén Albés estaban mereciendo la recompensa y finalmente en el minuto 55 llegaba el gol. Álvaro Rodríguez centraba desde la derecha al primer palo, la defensa del Racing no lograba despejar bien y el cuero caía cerca del punto de penalti. Por allí entraba libre de marca Manu Fuster, y a pesar de conectar un mal lanzamiento raso, el cuero se colaba por el palo largo, haciendo inútil la estirada de Ezkieta. El '10' celebraba el tanto con rabia y el Belmonte explotaba de alegría.
El Alba perdió a Julio Alonso por lesión en el minuto 66, y Rubén Albés aprovechó para realizar dos cambios, Jonathan Silva entraba en su lugar, al igual que Escriche ingresaba en el campo para sustituir a Higinio. El baile de cambios fue constante en los minutos posteriores, pero Lo mejor para el Albacete es que no estaba pasando nada cerca de la meta de Bernabé, y los blancos querían sentenciar a la contra para no terminar sufriendo.
Así lo hicieron en el minuto 91. Jonathan Silva lograba poner la puntilla en un contra magistral. Riki picaba por encima del lateral, dejaba solo a Escriche y tras llegar a línea de fondo, el delantero puso el pase de la muerte para que Silva mandara a la red (2-0). El Alba alcanza los 30 puntos, toma oxigeno y corta siete jornadas sin vencer.