El Palacio de Westminster ha sido escenario este miércoles de una misa en homenaje a la reina Isabel II, cuyos restos ya reposan en la sede del Parlamento a la espera de la apertura de una capilla ardiente a todos los ciudadanos y que se prolongará durante cuatro días.
El rey Carlos III, la reina consorte, Camila, y otros miembros de la familia real han asistido a este breve servicio religioso, encabezado por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby. La misa ha concluido con el himno, 'Dios salve al Rey'.
El ataúd, cubierto con el estandarte real y sobre el que reposa la corona imperial, permanecerá durante los próximos días sobre un catafalco --un tipo de plataforma--, custodiado las 24 horas del día por militares que sirven a la Casa Real.
A las 17.00 hora local (una hora más en la España peninsular) se abrirá la capilla ardiente para que los ciudadanos de a pie puedan darle el último adiós a Isabel II. Miles de personas se agolpan ya en las calles de Londres y el Gobierno prevé colas de más de 30 horas.