El Ayuntamiento de Hellín adjudicaba hace escasos días las obras de renovación integral de infraestructuras en las calles Garcilaso de la Vega y Antonio Machado de la ciudad, a la empresa Intagua Obras Públicas, SL.
El objeto de la obra es «la renovación integral tanto de la instalación de suministro de agua, como de los revestimientos de aceras y calzada, a fin de eliminar los deterioros existentes como consecuencia del uso y la antigüedad».
El presupuesto de adjudicación es de casi 149.000 euros y el plazo de ejecución de los trabajos es de tres meses. El nuevo diseño también pretende mejorar la accesibilidad de la zona, mediante la supresión de obstáculos.
Además, «para evitar costosas y molestas obras futuras, se incluye la obra civil necesaria para el soterramiento de las instalaciones de alumbrado, telecomunicaciones y suministro eléctrico», se precisa en la documentación técnica.
Ahora mismo, el estado de la zona es bastante mejorable, de acuerdo al diagnóstico de los técnicos que elaboraron el proyecto.
Los viales «presentan una anchura variable», de alrededor de 1,50 metros en ambos márgenes de las calles. El «deficiente» estado del pavimento, junto con la ausencia de vados peatonales adecuados, implica «que los recorridos no son accesibles».
Por otra parte, indican, el acerado es insuficiente para el tránsito de peatones que se produce en la actualidad, en zonas como el acceso a la iglesia del Corazón de Jesús, «donde las aglomeraciones puntuales de personas ocupando la calzada, suponen un riesgo para la seguridad».
En cuanto a la zona de rodadura de los viales, «la capa de rodadura presenta un notable desgaste, parches por reparaciones y puntuales perdidas de planeidad que ocasionan acumulaciones de aguas pluviales» debido a su antigüedad.
A consecuencia de la necesidad de cambiar la pavimentación, habrá que reponer la señalización horizontal. El mobiliario urbano se dejará en el «mínimo» más básico.