Quizás este día sea el más predispuesto para hacer balance de los últimos 365 días, con sus dichas y desdichas, pero esto ya es pasado y, para bien o para mal, ya no se puede cambiar. Quizás se pueda aprender de los errores e insistir en los aciertos, pero el resultado ya es inamovible. Ahora bien, este 31 de diciembre también se puede emplear en echar la mirada hacia adelante para ver lo que nos llegará en este 2024 que se estrenará en pocas horas. El ser humano siempre, siempre, debe tener objetivos claros y más a corto plazo, como pueda ser un año, pero como sociedad también es imprescindible tener alturas de miras y centrarse en alcanzar metas en beneficio de todos los ciudadanos.
Este 2024 es el año clave para dos proyectos estratégicos para la ciudad. Por una parte, está la autovía A-32 hasta Linares. Una vez que la parte andaluza del trazado está prácticamente concluida, parece que el Gobierno comienza a desarrollar los tramos albacetenses. De momento, adjudicó 17 kilómetros entre Balazote y la capital, pero aún quedan muchos más y el proyecto no puede esperar más después de décadas de olvido. Ya no hay excusas y esta obra abrirá un importante corredor comercial entre Andalucía y Levante, del que puede resultar beneficiada la provincia.
Y enlazamos con otro de los proyectos de futuro de la ciudad y de la provincia: el Puerto Seco. Después de una presentación por todo lo alto, parece que las instituciones juegan al gato y al ratón y hace falta que la Junta de Comunidades lo declare como proyecto prioritario y que tanto Ayuntamiento -que ya mostró su conformidad si se suman otras administraciones- como Diputación también se suban al carro logístico y se formalice con la parte privada la sociedad para continuar dando pasos en firme. Este año es decisivo, si no pasará a ser un nuevo sueño de la ciudad que se diluyó en la burocracia y el juego político.