En la provincia hay 46.500 armas de fuego

Josechu Guillamón
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La mayor parte de los albacetenses con licencia tienen escopeta, aunque también hay un número importante que poseen rifles

Imagen de un guardia civil en la Intervención de Armas de la Comandancia. - Foto: Rubén Serrallé

En la provincia de Albacete hay actualmente 46.551 armas de fuego, que se reparten entre las 23.179 personas que tienen licencia y autorizaciones de armas.

Así lo reflejan los datos facilitados por la Intervención de Armas de la Comandancia de la Guardia Civil a La Tribuna de Albacete.

Las armas de fuego más habituales en la provincia de Albacete son las escopetas que se utilizan para la caza menor, puesto que según los datos de la Intervención de Armas hay 35.661.

Las segundas por cantidad serían los rifles, también denominados armas rayadas para caza mayor, ya que en la provincia hay contabilizados 5.325.

Las terceras más abundantes en la provincia son las armas largas rayadas para tiro deportivo, del calibre 22 americano, de las que hay 3.010 en la provincia.

Las siguientes por número serían las armas cortas, de las que hay 1.523. A estas les siguen las armas de avancarga, puesto que hay 971 que son las que se utilizan para las fiestas de Moros y Cristianos, principalmente en las localidades de Almansa y Caudete.

El resto de armas que hay en la provincia ya son minoritarias, puesto que hay 27 ballestas, 22 armas de sistema flobert, siete armas antiguas o réplicas, un arma de gas o aire comprimido asimilable a un arma de fuego y un arma de inyección anestésica.

Licencias. En la provincia hay 23.179 personas que tienen licencias y autorizaciones de armas. Hasta 1.539 poseen la licencia tipo A, que es la destinada a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Fuerzas Armadas y vigilancia aduanera con armas particulares y sólo 93 poseen licencia tipo B, que es la que se concede para la defensa personal de sus  propietarios.

Con licencia tipo C, que es la que se concede al personal dedicado a la seguridad privada, hay 280 personas.

Las más habituales en la provincia son las licencias tipo D, para caza mayor, que poseen 5.667 personas, y la tipo E, para caza menor y tiro deportivo, que tienen en su poder 14.056 individuos.

Por otra parte, hay 314 licencias tipo F en la provincia, que son las que se usan para armas de concurso, como el tiro olímpico.

En cuanto a las autorizaciones especiales de menores hay 74, que se denominan licencias tipo M. Además hay 59 licencias L, para coleccionistas; seis LR, para replicas de armas antiguas; 1.012 licencias AE, para uso de armas de avancarga y sistema flobert; una AER, para el uso de réplicas de armas antiguas; 69 Tarjetas Europeas de Armas de Fuego y nueve licencias IA, para el uso de armas de inyección anestésica.

Para tener y usar las armas  cortas y largas y ballestas se debe estar en posesión de una licencia de armas, salvo el caso de los menores de edad a los que se les expide una autorización exclusivamente para el uso. El resto de armas necesitan de una autorización especial de uso, mientras que las armas antiguas, de coleccionista o de sistema flobert se pueden tener con un libro de coleccionista, aunque si el propietario quiere usarlas necesitaría una autorización especial.

 Para tener una licencia de armas hay que cumplir los requisitos. Hay unos requisitos que son comunes, como el presentar una instancia con el tipo de licencia o autorización que se quiere solicitar, pagar una tasa, justificar el motivo por el que se solicita la licencia, como puede ser la práctica de una actividad cinegética o deportiva, que se hace mediante la presentación de la licencia de caza o de la tarjeta federativa, y presentar un certificado de aptitudes psicofísicas expedido por un centro de reconocimientos autorizado.

Determinadas licencias deben cumplir requisitos adicionales. Para las licencias tipo A se considera necesaria la tarjeta de identidad militar o profesional.

Para las licencias tipo B hay que acreditar la existencia de un riesgo especial y de necesidad y su expedición tiene un carácter restrictivo.

Para las licencias tipo C es la empresa de seguridad privada la que debe presentar a las pruebas de capacitación al personal de su empresa que tenga la habilitación como personal de seguridad privada y acredite la necesidad de prestar servicio armado.

Para las licencias tipo F hay que estar federado para la práctica del tiro olímpico o cualquiera otra modalidad deportiva debidamente legalizada que utilice armas de fuego.

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