La ludopatía es un problema creciente que lo hace de manera proporcional al incremento de opciones para jugar, ya que a los locales físicos hay que sumar también las opciones online cada vez más cuantiosas. En la región, en la parte física, contrasta el dato de que hay 4.500 locales de hostelería y, sin embargo, se contabilizan 6.500 máquinas de apuestas, por lo que hay más tragaperras que bares y, además, en la última década, las casas de apuestas han crecido un 800% en cantidad. Unos datos preocupantes, con el añadido de que los protagonistas cada vez tienen menos edad, ya que, como indicó recientemente CCOO, ante la posible apertura de una nueva casa de apuestas en el barrio Carretas de la capital, se estima que, en Castilla-La Mancha, y concretamente en Albacete, «el cinco por ciento de los albacetenses menores de 30 años pueden tener problemas con el juego. Unas 1.800 personas jóvenes, menores de 30 años, pueden tener problemas de adicción, de ludopatía».
Además, un estudio realizado a los adolescentes a través de la encuesta Estudes demuestra la importancia del problema del juego con dinero entre los más jóvenes, ya que uno de cada cinco estudiantes de 14 a 18 años de Castilla-La Mancha ha apostado dinero en juegos de azar en los últimos 12 meses y, según los resultados de la escala Lie/Bet, casi el cuatro por ciento de los estudiantes de entre la edad antes mencionada pueden tener problemas con el juego, cifra mucho mayor que la encontrada en la población general.
El problema está ahí y hay que afrontarlo desde todos los ángulos, principalmente el personal y familiar, pero sin olvidar también el administrativo. El primer paso para superar la ludopatía es aceptar que se padece y los afectados deben confiar en familiares o amigos para buscar el apoyo que les permita una rehabilitación, ya que medios hay para hacerlo, como, por ejemplo, ponerse en las manos de los profesionales de la Unidad de Conductas Adictivas.
En cuanto al apartado administrativo, por lo que respecta a la región, se cuenta con una cantidad media de locales de juego superior a la nacional, por lo que el Gobierno de Castilla-La Mancha tomó cartas en el asunto y aprobó recientemente un decreto por el que se suspende la concesión de nuevas autorizaciones de instalación de establecimientos de juegos durante los próximos cuatro años, con el objetivo de reducir la densidad de este tipo de locales en la región y mitigar, así, los efectos de ludopatía que pueden generar. En otras comunidades, como en Andalucía, la Junta y el Gobierno central suscribirán un convenio para reforzar la protección y prevención frente a la adicción al juego. Ése es el camino, aunar esfuerzos frente a un problema creciente y con edades cada vez más bajas.