Los Enemigos del fuego

Josechu Guillamón
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Más de 300 militares de la Unidad Militar de Emergencias se prepararon en el Centro Nacional de Adiestramiento en de Chinchilla para preparar la campaña de incendios forestales y realizar labores preventivas en el campo de maniobras

Imagen de un militar de la UME, durante las maniobras realizadas en el Cenad de Chinchilla. - Foto: UME

Por desgracia, la llegada del verano suele traer consigo también la llegada de los incendios forestales, que arrasan nuestros montes. Para evitar que esto suceda, las Fuerzas Armadas cuentan con una herramienta importantísima, que ha mostrado su efectividad en numerosas ocasiones, se trata de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que cada año recorre el país, para evitar que ardan nuestros bosques.

Para que la Unidad esté totalmente engrasada cuando llegan los incendios, los efectivos de la UME suelen realizar maniobras en el mes de junio en el Centro Nacional de Adiestramiento (Cenad) de Chinchilla de Montearagón y este año no ha sido una excepción.

En esta ocasión, el Primer Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM I) de la UME, con sede en Torrejón de Ardoz, ha desplazado recientemente al Cenad albacetense a 313 militares, lo que supone la mayor parte de sus efectivos.

El resto de la Unidad, se ha mantenido en Madrid para responder a las posibles emergencias que se pudieran iniciar en otras Comunidades Autónomas.

Gran despliegue. En cualquier caso, el despliegue ha sido espectacular, ya que en total se han desplazado 114 vehículos, entre los que se encuentran vehículos de extinción de incendios forestales, máquinas de ingenieros tipo bulldozer, autobuses, vehículos ligeros y otros medios especializados que permiten la preparación efectiva para la campaña de incendios forestales.

El tipo de ejercicios que se han realizado engloban todo tipo de prácticas de preparación para la campaña de incendios forestales, lo que además ayuda a prevenir futuros incendios en el Cenad chinchillano. Entre estos ejercicios se realizan tendidos extensos de hidráulica avanzada (con alcances superiores a los 1.500 metros), quemas de ensanche para reducir el combustible y fortalecer las barreras de defensa contra los incendios forestales, reducir el combustible para eliminar la continuidad vertical en hipotéticos incendios de copas y la eliminación de las primeras capas de vegetal en las estructuras de defensa ya existentes.

Podemos decir que el entrenamiento ha consistido en el mantenimiento de un esfuerzo continuado de 24 horas al día, los seis días de ejercicio, donde simultáneamente se han trabajado todos los cometidos redactados señalados anteriormente. En cualquier caso, en los dos últimos días de ejercicio, se realizó un salto de asentamiento con todo el batallón hacia la zona de Guadalajara donde se practicaron técnicas de actuación contra incendios forestales en interfaz urbano forestal.

En las maniobras también han intervenido medios aéreos y es que la integración de los medios de ala fija y ala rotatoria en los dispositivos de incendios forestales es una realidad. Por ello, la UME integra en cada ejercicio los medios del Ejército de Tierra pertenecientes al Batallón de Helicópteros de Emergencias II (Bheleme), y del Ejército del Aire con los medios de ala fija del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas (los famosos aviones apagafuegos que repara la Maestranza Aérea de Albacete).

Esta integración permite el enfriamiento de las parcelas sobre las que se han realizado las quemas, el guiado certero de las descargas de agua desde medios aéreos, la práctica de helitransportes de personal que reducen los tiempos de reacción y aumentan la eficiencia de los dispositivos de la UME, así como prácticas de evacuación médica para lograr que los evacuados alcancen un centro médico de referencia lo antes posible.

Estas maniobras reflejan el adiestramiento alcanzado por las Unidades tras seis meses de preparación que han incluido las fases de formación establecidas por la Escuela Militar de Emergencias, la instrucción de cada efectivo dentro de su puesto de trabajo, el adiestramiento de la Unidad como medio estatal de refuerzo a las Comunidades Autónomas, y el alcance de los niveles necesarios que cada unidad debe adquirir para el inicio la campaña de lucha contra incendios  forestales.

Además, este tipo de ejercicios tienen  importancia para el Cenad, al contribuir con ellos a los tratamientos de selvicultura preventiva anual que se destacan en los planes de prevención de incendios forestales establecidos por Defensa.

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