Más de 30.000 espectadores han visto a Rubén Faura en el Lara

E.M.
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El polifacético actor y cómico tiene varios espectáculos más en otras salas de Madrid

Faura y su compañera de reparto, María Burges, en una de sus recientes funciones con el teatro lleno. / - Foto: R.F.

Mejor imposible. Ahí es nada: batir marcas de asistencia en el más complicado lugar para ello, donde la competitividad es mayor, donde la oferta de todo tipo de espectáculos es abrumadora. En definitiva, en Madrid. Es el caso del polifacético Rubén Faura, protagonista de Recién casados, una obra que ya supera muy de largo los 30.000 espectadores acumulados desde que se subió a sus tablas, colgando en casi todas las funciones el soñado cartel de no hay billetes. Con esta cifra, que el propio Teatro Lara ha aprovechado en la publicidad, está muy claro que va a seguir en la programación durante muchos meses más. Por tanto, es de entender que el cómico, actor y escritor se encuentre muy contento de «haber gustado a tantisma gente», como declara a La Tribuna de Albacete. 

Y amplía explicando que el espectáculo tiene algo de original, porque no es lo que se entiende normalmente por el habitual teatro al uso: «Combina muy bien standup, improvisación y sketches». Por lo que el resultado que está dando en taquilla en los tres años y medio desde que se estrenó en Teatro de la Encina, y pasó por otras salas hasta llegar al Lara le parece «absolutamente increíble».

Aunque, dado que la autora de Recién casados, la argentina Claudia Morales, es la misma de Histeriotipos, otra con la que igualmente Faura obtuvo grandes éxitos de crítica y taquilla hace unos años, era relativamente previsible lo que podía ocurrir. El albacetense, así lo admite: «Ciertamente es como una continuación. Por lo que el director Fabián de Cunto y yo trabajamos en ella desde el principio, con un texto de su creadora, pero añadiendo lo que pensábamos que había funcionado tan bien con Histeriotipos».

En cualquier caso sólo cuenta ahora el presente de Recién casados, junto a la actriz María Burges, con sus exitosas representaciones en el Lara, a la que hay que sumar otras en la Comunidad Autónoma de Madrid y a varias giras ya llevadas a cabo por diversas ciudades españolas. Que continuarán después del verano, sin que falten en ellas diversos lugares de Castilla-La Mancha. Aunque, claro lo de la capital de España hay que valorarlo aparte. 

«En Madrid lo competencia es brutal y conseguir mantenerte tanto tiempo vendiendo entradas es prácticamente una utopía. Estamos muy felices de ver los fines de semana gente que incluso repite, ya que al haber tanta improvisación cada función es diferente». Mas por si fuera poco todo lo anterior, es menester precisar que no se queda ahí el cartel del albaceteño, ya que también en Madrid tiene otros tres shows diferentes en temática, género y lugar, igualmente con muchos asistentes. 

Que son con la obra y show tipo monólogo De Albacete al fin del mundo -con texto del propio Faura-, en el Teatro Estación Malasaña; con La hora del psicólogo, en la sala Beer Station, y con La noche de la risa, en el Teatro Capitol Gran Vía. Todos estos compromisos, que también llevan meses sobre las tablas, se van a mantener hasta mediados de julio, para tras una quincena de descanso volver a  repetir.

Lo que parece un milagro laico es que el paisano tenga tiempo para sobrevivir o incluso para vivir, algo que metido a tope en semejante rueda de actividades ni siquiera se había parado a pensar: «Ni para reflexionar sobre en ello he tenido tiempo».  Y aunque confiesa que va corriendo de un sitio para otro constantemente, hay algo imprescindible.

«Eso sí, intento comer bien en Albacete, que contamos con una gastronomía excelente, con nuestros güenismos platicos cargados de calorías para aguantar tanto ajetreo. Que como diría el maestro Cuerda, no es poco». Y añade que también procura dormir lo máximo posible y ante su futura paternidad en octubre, ir acumulando horas de sueño «para aguantar luego».

Como ejerciente a tope de la tierra, tanto en las funciones y espectáculos con textos suyos como en las de otros autores, hay un denominador común: el humor paisano. Que no en balde recuerda que él siempre ha dicho que Albacete «es la indudable cuna de los mejores cómicos de este país». Entendiendo que tal cuestión no es baladí ni casual, sino que tiene que ser por algo, tangible o no, pero es un hecho. 

«Es un orgullo grande intentar continuar con la tradición humorística de nuestra maravillosa tierra». Por cierto que una de las múltiples grandezas del humor paisano es a la vez local y universal y, como tiene más que comprobado en sus giras por España, lo entienden en todas partes y gusta a todo tipo de público. «Al único que a veces no se entiende es a mí, pero no por lo que digo, sino porque hablo muy rápido».

La camiseta del alba. Una tierra de la que presume sin rubor, sino todo lo contrario, porque Albacete, de una forma o de otra, está presente absolutamente en todas sus obras, da igual que sea de manera directa o indirecta. «Porque en las ajenas digo que mi personaje es de Albacete y en todos los monólogos y en todos los shows llevo siempre puesta la camiseta de nuestro equipo para no dejar lugar a dudas».

Y eso puede comprobarse entrando en cualquiera de los buscadores de internet, donde en una gran parte de las fotos y vídeos con actuaciones, e incluso entrevistas, del paisano sale con la zamarra del Alba. Un equipo al que siempre sigue con el máximo fervor, aunque en la campaña casi recién concluida tocó sufrir mucho, pero él era de los pocos seguidores que confió en que el potencial que tenía el equipo era suficiente para mantener en Segunda, como finalmente así aconteció. 

Y ahora afronta con ilusión la próxima temporada, con el revés de la marcha del mago Fuster, como le denomina, ya fichado por Las Palmas. De modo que a este otro mago del humor en su caso, y que hace magia con el tiempo para abarcar todas sus actividades, también le da la vida para seguir al Alba y ver casi todos los partidos, bien en el Carlos Belmonte, bien por la tele, y a colaborar en funciones de comentarista en programas y tertulias radiofónicas futboleras.

En definitiva un superactivo personaje que ha tenido tiempo para rodar un capítulo de la nueva temporada de la serie televisiva La que se avecina y concluir el rodaje de una película, Sujétame el cubata, que se estrenará en octubre. Y en la que ha compartido elenco con otros cómicos y con su «querido y admirado» paisano, Goyo Jiménez.