Tras 10 años de descanso, el fisicoculturista albacetense, Cristian Martínez, regresó a la competición en el año 2024. Una vuelta que a la postre ha resultado un completo éxito, como así lo demuestran los títulos logrados en los últimos seis meses: siete medallas de oro nacionales, 11 preseas de oro mundiales y otras tres medallas de plata mundiales.
Entre las conquistas más destacadas, el atleta natural de Alborea se ha convertido este año en Míster Universo de la Federación Internacional NABBA. Fue a principios de noviembre en un campeonato disputado en Birmingham en la categoría de culturismo clásico. Mientras que el pasado fin de semana lograba de nuevo el Míster Universo en la localidad valenciana de Carlet. Esta vez en un torneo organizando por la Federación Internacional CIBB.
Cristian Martínez es el único culturista español que ha ganado cinco títulos mundiales en cinco federaciones internacionales distintas (IFBB, WABBA, IBFF, NABBA y CIBB). La espinita fue no conquistar el torneo de la Federación NAC en el que quedó subcampeón, ya que ese hubiera sido otro gran récord y un broche dorado.
Viene de cerrar la campaña con resultados espectaculares. Hace un mes lograba el título de Míster Universo de NABBA en el 75 Aniversario de esta gala. ¿Qué sintió?
Me pareció algo surrealista. La mirada de los jueces lo decían todo. Venía de ganar otros campeonatos del mundo en otras federaciones prestigiosas, pero esta era muy romántica, al ser la original. Siempre he pensado que no tenía el nivel para competir en esta federación. Este año me inspiró, alguien me dijo que lo intentara y bueno, fuimos a Birmingham y ocurrió algo inesperado.
¿Qué recuerdos le vienen a la cabeza al hablar de este torneo y esta federación?
El primer Míster Universo de NABBA fue en 1948 y curiosamente lo ganó un español de León, Juan Ferrero. En el 49 tuvo un parón y en el 50 se retomó de forma profesional y lo ganó Steve Reeves, culturista y actor. Hizo de Hércules en películas y fue el primer Míster Universo. Desde ahí no ha parado de funcionar hasta la fecha. Posteriormente lo conquistó otro español, Salvador Ruiz, yo tenía cuatro años cuando hizo aquella gesta. Después le hemos seguido otros tres y estoy muy contento.
Creo que le ocurrió algo curioso durante ese campeonato mundial.
Así es, y describe mi personalidad, por mi despiste. Gané en mi categoría de culturismo clásico. Es la que emula a aquellos antiguos culturistas que no estaban tan desarrollados muscularmente como ahora. Al vencer, el jurado me ofreció la posibilidad de competir al final de la tarde contra los campeones de cada categoría, para así elegir al campeón absoluto. Yo acepté de buen grado, pero me despisté y me lo perdí. En Inglaterra el sistema de absolutos es diferente al del resto de Europa. Yo veía que fueron subiendo hombres, mujeres, todos juntos, pero no me imaginaba que eso era el absoluto. Como aquello no lo conocía y no hablo inglés, estaba esperando, y esperando me quedé. Me fastidia ya que posteriormente dos miembros del jurado se pusieron en contacto conmigo y me indicaron que lo sentían mucho porque para ellos fui la sensación del campeonato y podía haber ganado el absoluto.
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