La Casa Perona acoge hasta el día 24 de enero, la exposición Sin wifi. Juguetes de nuestra infancia, que inauguró el Delegado de la Junta, Pedro Antonio Ruiz Santos, junto a la comisaria de la muestra, Gema Alonso, del Servicio de Museos de la Junta, con el asesor científico de la misma y coleccionista, Luis Miguel Martínez-Gómez Simón. Una muestra que han coordinado Inés Barba y Mercedes Márquez, con la colaboración de Asociación de Amigos del Museo del Niño, Amuni, y la Diputación Provincial.
Explicó Pedro Antonio Ruiz Santos que esta exposición incluye «objetos de arte y mucho valor, además en la época que nos adentramos, Navidad, en la que los más pequeños cobran especial protagonismo».
Apuntó el delegado de la Junta que «algunos de estos juguetes eran muy comunes, porque eran los más baratos, pero otros no tanto, como el Cinexin. El origen de todos era divertir, pero también educar, todos los fueron en algún momento y esta es una exposición muy bien traída, no solamente lúdica y recreativa, para el recuerdo y para darnos cuenta del valor que tiene el juguete».
Habló de los distintos tipos de juguetes e indicó que hay una simbiosis entre la imaginación, la diversión, educación y el arte también, «que pueden representar estas miniaturas que aquí encontramos».
Invitó Pedro Antonio Ruiz Santos a todo el mundo a visitar la exposición, también a los más pequeños, «para que conozcan como jugaban sus padres, sus tíos, sus hermanos».
En ese viaje al corazón de la infancia, la comisaria, Gema Alonso, indicó que «la exposición la hemos montado prácticamente en 15 días y lo hemos conseguido. Tanto los museos como las exposiciones tienen que ser sociales, para entender la sociedad en la que vivimos y aunque parezca que una exposición sobre juegos y juguetes sólo tiene un sentido, creo que hay un mensaje más profundo que hemos querido transmitir en las 12 vitrinas».
Indicó que «he querido hacer hincapié en conceptos, además de mostrar una colección maravillosa de juguetes, porque tenemos en la primera vitrina el más antiguo, una linterna mágica, hasta la actualidad, porque el fin de la exposición termina con una reflexión, A través de la pantalla, en contraposición con la de Juegos y juguetes populares, que marca la diferencia de cómo jugábamos antes y cómo se divierten los niños hoy».
Destacó otra de las vitrinas Juguetes para niñas y para niños, «porque dadas las circunstancias y es verdad que nos hacemos una pregunta final, porque los juguetes no tienen género, no les importa que seas niña o niño para jugar».
Un recorrido que incluye juguetes muy significativos, muñecos y muñecos, juegos de hojalata y papel, títeres y marionetas, para terminar con las pantallas y un añadido, una muñeca, sonny angel.
Luis Miguel Martínez-Gómez, que ha donado la mayor parte de los juguetes de la exposición, confesó que «aún disfruto mucho de los juguetes antiguos y soy un loco del coleccionismo y mis variadas colecciones de juguetes antiguos tienen un lugar destacado, porque no es la primera vez que mis juguetes salen a la calle».
En la exposición de la Casa Perona se invita al visitante, también al niño, a recorrer el fascinante mundo de pequeños objetos que, sin necesidad de wi-fi, han marcado momentos clave en la vida de varias generaciones de niños. Hay una amplia variedad de la colección museográfica del Museo del Niño Juan Peralta y de la colección particular de Luis Miguel Martínez-Gómez, en un auténtico viaje al corazón de la infancia.