La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete juzgó ayer a un hombre que se enfrentaba a más de seis años de prisión, como responsable de dos delitos de abuso sexual y un delito de agresión sexual, hechos que reconoció.

La confesión de los hechos se produjo después de que el abogado de la acusación particular, Jonathan Haro Revenga, alcanzara un acuerdo con la Fiscalía y la defensa, por el cual se logró que el procesado reconociera los hechos, a cambio de una reducción en la petición de la pena.

De esta forma, acusación particular y Fiscalía solicitaron finalmente una pena de dos años de cárcel, cuatro años menos de lo que pedían inicialmente, algo que no se debe sólo a la confesión del procesado como señalaba Jonathan Haro. «El acusado ha pagado, antes de la celebración del juicio, la responsabilidad civil que se le exigía, lo que supone un atenuante de la pena y además se ha tenido en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas, porque el procedimiento ha estado parado de forma injustificada durante seis o siete meses. Aunque no se hubiera llegado a un acuerdo, se hubiera producido una rebaja de la pena».

Con esta condena de dos años de cárcel, el acusado evitará entrar en prisión, ya que se acordó la suspensión de la pena, si el procesado no comete ningún delito en los próximos dos años. Sin embargo, tendrá que pagar una multa de 6.200 euros y no podrá acercarse a las víctimas, ni comunicar con ellas en un plazo de tres años. Además también tiene una pena de libertad vigilada, que probablemente consista en acudir a unos cursos de educación sexual.

Con este acuerdo, también se ha evitado que las víctimas vuelvan a tener que revivir los hechos, puesto que no ha sido necesaria la declaración de los dos denunciantes, ya que el procesado se ha declarado culpable de todos los delitos que se le imputaban. «Ellos se han podido evitar ese mal trago».

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