El avance de las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales han hecho que aumenten también en la misma proporción lo que se conoce como ciberdelitos. Hay todo un abanico de posibilidades dentro de este tipo de delitos, desde el ciberacoso al bulling mediante la difusión de vídeos o mensajes degradantes o los problemas del sexting en cuanto a la pérdida de privacidad que puede suponer el envío a través de estos programas de fotos y vídeos íntimos.
De todos estos problemas, así como de lo que el sociólogo albacetense Antonio Martínez ha venido a acuñar como ciberfanatismos se debate desde ayer y hasta mañana, viernes día 10, en el Centro Asociado de la UNED en Albacete, bajo la dirección de la profesora María del Pilar Quicios.
Unas jornadas que hoy contarán con dos ponencias impartidas por Emilio Fernández, fiscal jefe provincial de Albacete, que abordará el uso inadecuado de las nuevas tecnologías y la respuesta que plantea el Código Penal, así como qué pueden hacer los padres ante la constatación de que sus hijos no hacen un uso adecuado de las tecnologías o son víctimas de ciberacoso. Ayer, Fernández valoraba para este diario que es importante que los padres eduquen a este respecto, que dialoguen con sus hijos, pero también que estén «vigilantes» para evitar que puedan ser víctimas de casos de acoso escolar o, lo que es todavía peor, de captación de personas que les exploten con fines sexuales.
Fernández expuso que este tipo de delitos «se cometen mucho» pero que en la mayoría de los casos quedan sin castigo porque no se denuncian, principalmente por el miedo de la víctima a contárselo a sus padres.
También reconoció que la legislación, en cuanto al Código Penal, «siempre va por detrás» en este tipo de casos porque «las conductas en cuanto a los delitos con las nuevas tecnologías no son fáciles de prever» y evolucionan constantemente.
Valoró que la reforma del Código Penal que entró en vigor la semana pasada contempla ya algún supuesto que antes no estaba registrado, pero incidió en que sigue habiendo impunidad de algunos de estos delitos porque hay que ir adecuando la legislación y, principalmente, porque hay que conseguir que se denuncien más.