Castilla-La Mancha ya tiene presupuestos para el año que viene, convirtiéndose en la primera comunidad autónoma en aprobarlos. El consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital, Juan Alfonso Ruiz Molina, subrayó que los presupuestos de la Junta para 2024 se han elaborado en «el clima de sosiego» que hay en Castilla-La Mancha, que es «un oasis de tranquilidad y certidumbre». Unas cuentas que ascienden a 12.473 millones de euros, con una variación del 0,3 por ciento con respecto al de 2023.

También recalcó que los tres objetivos de los presupuestos son garantizar el sistema de protección social, promover la modernización de la economía regional e impulsar la generación de empleo estable y de calidad, e impulsar la estrategia regional frente a la despoblación.

Todo ello, como resaltó, «en un marco financiero marcado por el compromiso adquirido por este Gobierno en relación con la responsabilidad fiscal y la prudencia financiera, fundamentalmente en momentos de incertidumbre económica como las actuales».

En este punto, enumeró tres aspectos. El primero, es que se trata de «un presupuesto equilibrado», ya que «no vamos a generar nuevo endeudamiento en un contexto de subida de los tipos de interés». Y subrayó que este compromiso por equilibrar las cuentas es «más exigente» que el que ha propuesto el Gobierno de España a las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado día 11, planteando un objetivo déficit para todas las regiones del 0,1 por ciento.

Sobre aviso. Dicho esto, lamentó que las enmiendas parciales presentadas por el Grupo Popular –Vox decidió no registrar ninguna– «nos ponen sobre aviso de las coincidencias ideológicas» que muestran ambas formaciones. 

Aseguró también entender por qué Vox no ha presentado ninguna enmienda parcial porque de eso «ya se ha encargado el Partido Popular», añadiendo que la formación de Paco Núñez se ha convertido en «el portavoz de facto de esta coalición» en las Cortes regionales. 

En cuanto a las modificaciones presupuestarias del PP, el consejero sostuvo que podían haber presentado «1.000 o 1.500» enmiendas parciales –registró en un principio 801, aunque fueron calificadas por la Mesa un total de 782– pues «no tienen rigor y son capaces de dejar partidas presupuestarias con saldo negativo». 

Como ejemplo, enumeró los 695 millones de euros de «recorte» que el Partido Popular ha propuesto con sus enmiendas, afectando a 15 programas presupuestarios y 79 subconceptos. «Se han superado ya que el año pasado sus enmiendas recortaban en 450 millones», ironizó.

La propuesta presupuestaria de los 'populares' lograría «cargarse», añadió Ruiz Molina, «la promoción de la vivienda, el diálogo social e intermediación laboral, la política cultural dejando sin fondos a museos y bibliotecas o el gasto social, recortando la Dependencia en 96 millones de euros».