La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha acogido hoy la quinta sesión del juicio contra dos hombres que se enfrentan a 18 años de cárcel por matar a un hombre en Alborea en 2014 y robar en su vivienda, en la que han declarado los forenses, que han asegurado que la muerte de la víctima se produjo a consecuencia de los múltiples golpes recibidos por la víctima.
En este mismo sentido, han manifestado que las lesiones no se produjeron por una caída, como dieron a entender los acusados, sino que se debieron a "numerosos golpes", realizados con mucha fuerza, puesto que le rompieron 21 costillas, de las 24 que tiene el cuerpo humano, "La muerte se produjo por politraumatismo. Hubo varios impactos, con un solo impacto no se pueden producir todas esas lesiones. Hay que hacer mucha fuerza para romper las costillas. Una caída del acusado sobre el finado no puede producir todas esas lesiones".
Además de múltiples fracturas, el fallecido también presentaba contusiones en diferentes partes de su cuerpo, como por ejemplo en la cabeza, aunque ninguna de ellas se produjo en la parte de atrás, por lo que los forenses también descartaron que se hubieran producido por una caída, puesto que el cuerpo estaba boca arriba. También descartaron que la rotura de la articulación manubrioesternal (unión que se forma entre dos partes del esternón) se hubiera producido por la caída de la víctima. "De ninguna manera se la hizo al caer".
Todas estas lesiones provocaron que la víctima falleciera "probablemente por insuficiencia respiratoria". Los forenses destacaban que la causa más probable de los politraumatismos era el "homicido".
En este sentido, los forenses también destacaban que la muerte no fue rápida, al señalar que la víctima permaneció vivo entre 12 y 72 horas tras recibir los golpes.
Los agentes también señalaron que los traumatismos no se pudieron producir en un corto periodo de tiempo. "Todos esos traumatismos no se pudieron causar en 30 segundos, llevan su tiempo. Las lesiones se produjeron por muchos golpes y muy fuertes".
Por otra parte, también manifestaron que era poco probable que la víctima se hubiera movido tras recibir los golpes y que sería evidente que respiraba con dificultad. "Lo más normal es que no pudiera desplazarse y que si lo hiciera le costara mucho. Con tal número de fracturas costales, la dificultad respiratoria sería evidente, probablemente quedaría inconsciente".
También señalaron que el fallecido era una persona "fuerte" y que en sus uñas se encontraron restos genéticos del acusado I.F.
En la vísta también ha declarado la perito que realizó el estudio histopatológico, en el que se analizaron varios tejidos de la víctima, que ha confirmado las conclusiones de los forenses.
También declararon miembros de la Guardia Civil y otros peritos que realizaron análisis de las muestras de ADN de I.F. que también corroboraron que su perfil genético se halló en una lata de tónica encontrada en un robo en la provincia de Teruel, donde residía el acusado F.M.
Tras finalizar la prueba pericial, el juicio continuará mañana con las conclusiones de las partes, en las que Fiscalía y acusación particular tendrán que desvelar si mantienen su petición inicial de pena.