El director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha iniciado este martes una visita a Ucrania en la que pretende visitar una de sus centrales nucleares y alertar sobre el terreno del "peligro sin precedentes" derivado de la actual guerra.
Garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares es el principal cometido de Grossi, que ya venía solicitando el despliegue de expertos del OIEA para determinar que no hay riesgo en centrales como la de Zapoiriya, la mayor de Europa, o la de Chernóbil, escenario de un desastre en 1986.
El OIEA quiere tratar con altos cargos ucranianos la posibilidad de enviar una ayuda urgente para "evitar el riesgo de un accidente que pueda poner en peligro a la población y el medio ambiente", como reza un comunicado de la propia agencia.
"El conflicto militar está poniendo las plantas de energía nuclear y otras instalaciones con material radioactivo en un peligro sin precedentes", ha advertido Grossi, quien ha llamado a tomar medidas "urgentes" por el bien de Ucrania y de los países de su entorno. Kiev ya ha pedido ayuda al OIEA y este organismo está "listo" para actuar "ya".
Grossi, que "viajará a una de las centrales nucleares de Ucrania" -el OIEA no ha aclarado a cuál-, ha recalcado que ya en el último mes ha habido dudas sobre la integridad de algunas de las instalaciones atómicas de Ucrania, convertidas también en escenarios de enfrentamiento. De hecho, Rusia controla la planta de Zapoiriya y también la antigua central de Chernóbil.
"No podemos permitirnos perder más tiempo. Este conflicto está causando ya un sufrimiento humano y una destrucción inimaginables. La experiencia y la capacidad del OIEA son necesarias para impedir que haya un accidente nuclear", ha reclamado.